Como cada año, en la celebración del Día de la Madre, un grupo de mujeres que buscan a sus hijos, se manifiesta en el monumento a la Madre en la Ciudad de México. (El Universal)
Lejos de celebraciones e indiferentes a regalos, muchas madres viven otra realidad y buscan a sus hijos desaparecidos
Diez de mayo sin festejos, día distinto. Sin familias convocadas. Lejos de celebraciones e indiferentes a regalos, muchas madres viven otra realidad y buscan a sus hijos desaparecidos, secuestrados, sustraídos, ausentes, quizá incluso maltratados, en riesgo. ¿Qué significa para ellas esta fecha? ¿Cuál es su sentido? Para estas mujeres el dolor es invariable, sin embargo, también se impone la palabra esperanza. Así lo narran.
NO LO VOLVIÓ A VER
Gregoria Ortiz Garnica quisiera pasar el 10 de mayo con su hijo, como lo hace cualquier madre mexicana.
Gustavo Alberto de la Cruz, de 12 años de edad, desapareció hace 14 meses. Fue secuestrado. Pidieron 40 mil pesos por su rescate. La familia los pagó, pero nunca entregaron a Gustavo.
Gregoria supone que su hijo fue utilizado para tráfico de órganos. No sabe nada de él.
JUEGOS TRUNCADOS
A Francisco Javier le dicen Javi. Estaba jugando con un trompo en la banqueta, afuera de su casa, cuando desapareció. Hasta la fecha hay cuatro detenidos relacionados con el caso, pero el niño aún no aparece.
Asunción Jiménez dice que Javier tiene los ojos grandes, expresivos, y no pierde la esperanza de que lo encontrará, a pesar de que han transcurrido siete años desde su extravío.
Para ella, el 10 de mayo es uno de los días más crueles del año.
EL MERCADO SE LA TRAGÓ
Para Juana Cruz, el único regalo válido el 10 de mayo sería el regreso de su hija María Antonieta a casa. Juana vende esquites en Indios Verdes y su hija tiene daños neurológicos.
Era la Navidad de 2007. En un momento de distracción, Juana perdió a su hija mientras atendía a un cliente. No sabe nada de ella. “Parece como si el mercado se hubiera tragado a mi hija”, dice.
EN MANOS DE SU PADRE
Según la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos AC, el caso de Demian Ángel se tipifica como sustracción de menores.
El señor David Ángel Palacios sacó al niño de su domicilio sin el consentimiento de la madre, a quien no le permite ver a su hijo desde hace dos años y ocho meses.
Para Ana María Ramírez, el 10 de mayo es una fecha inexistente, aunque esté marcada en el calendario.
OBLIGACIONES DE ADULTOS
Brígida Ricardo Martínez, comerciante de la Zona Rosa, mandó a sus dos hijos, de cinco y tres años, a comprar tortillas a la calle de Londres. Giovanni, el más pequeño, no regresó.
Se comenta que dos señores mayores y desconocidos robaron al niño el 18 de octubre de 2006.
Brígida dice que le han quitado una parte de ella. Que si sigue viva es para recuperar a Giovanni y volver a celebrar el Día de las Madres únicamente con su hijo.
FAMILIA IMPLICADA
Hace tres años que Gladis Vanessa no ve a su hijo Jonathan Jesús. Lo sustrajo su padre, a quien Gladis ruega le permita verlo.
Gladis no espera un regalo el 10 de mayo. Lo único que desea es que su hijo llegue y le diga que nunca más se volverá a ir.
SIN DINERO PARA EL RESCATE
María Belinda no sabe si sus hijos viven, si están bien o mal. Tiene dos años tratando de comunicarse con Martín Rojas, tío de los menores, quien se llevó a los niños sin su consentimiento.
Belinda señala que la Policía Judicial exigió 15 mil pesos para recuperar a sus hijos Griselda Jaquelin y Bryan. María no pudo reunir dicha cantidad.
Para ella, el 10 de mayo sin sus hijos no significa absolutamente nada. “Es el vacío”, comenta.
VULNERABILIDAD DUPLICADA
Ernesto Hernández Pérez es un hombre de 48 años, se perdió hace 60 días, padece esquizofrenia. Su madre lo busca en albergues y hospitales psiquiátricos.
Ernesto salió a la esquina de su casa y ya no regresó.
María de la Luz Pérez se siente angustiada. En ocasiones se fortalece y sólo pide que este 10 de mayo Ernesto se cuide, donde quiera que esté.
DOLOROSA EXPERIENCIA
Adriana Isabel Antonio asegura que su hermano desapareció a partir de su incursión en las Escuelas para la Vida, AC.
Omar Miguel Antonio tiene 34 años. Salió un 3 de enero de 2008, como todos los días, a sus pláticas motivacionales, pero ya no regresó.
Adriana describe el 10 de mayo como un infierno. “Nada se compara al dolor de perder a un hermano en estas condiciones”, asegura la también es madre de dos niños, a quienes dice cuidar más que nunca a partir de la desaparición de su hermano Omar.
ESPERANZA EN EL RETORNO
Xóchitl Daniela Elizarrás Rojas salió a jugar afuera de su domicilio y desapareció el 31 de mayo de 2006. Tiene 6 años.
Claudia Rojas Álvarez es madre de cuatro niñas —incluyendo a Xóchitl Daniela—; asegura tener fe en que encontrará a su hija.
“Aunque la ausencia de Danny me arrebata gran parte de mi vida, sé que existe una fuerza superior que no nos dejará solas a las madres que vivimos este dolor”.
