Dentro de los talleres que tiene el CAS está el de fabricación de escobas y trapeadores. La discapacidad no limita al amor, ya que en el CAS se ha formado una pareja como es el caso de Rebeca y Jesús.
Se tienen planes para ampliar el CAS a dos salones y el comedor para 130 personas
El Siglo de Durango
Sus manos frágiles y con problemas motrices amasan y dibujan con gran empeño. Son los jóvenes y adultos del Centro de Atención y Socialización (CAS) que tienen alguna discapacidad y día tras día luchan por ser autosuficientes.
El CAS inició operaciones hace un par de años con la señora Alicia Aragón, donde se atendía a niños con capacidades especiales, posteriormente se reforzó el trabajo con maestras para apoyar a los pequeños que nacían con alguna discapacidad como síndrome de Down, autismo, retrazo mental, esquizofrenia, epilepsia, daños por meningitis, así como diabéticos.
EL TRABAJO
El CAS es dirigido por Carmen María de la Parra Maldonado, quien abrió las puertas de este Centro para mostrar a la ciudadanía lo que pueden hacer las personas con discapacidad y que luchan día tras día por salir adelante en un mundo que los ha discriminado. Este lugar tiene 100 alumnos, con edades entre 15 a 50 años.
Por lo regular los fines de semana salen a paseos tradicionales, además festejan los cumpleaños cada semana y realizan bailes, por lo que la discapacidad se hace a un lado cuando se tienen ganas de bailar el “pasito duranguense”.
Actualmente en el CAS se tienen cinco talleres para apoyar a jóvenes y adultos, como lo son Panadería para varones, Repostería Fina para jovencitas, Elaboración de Escobas y Trapeadores, Manualidades así como Alfabetización.
PANADERIA
Está conformada por niños con síndrome de Down, quienes con sus manos amasan y dan forma a las tradicionales piezas de pan, como conchas, cuernitos, empanadas, calcetines, donas y pastelillos, todas llenas de amor y esfuerzo.
Carlos, un joven con síndrome de Down, es el único que sabe manejar las charolas del horno y sabe los botones que hay que aplastar, comentó que solamente una vez se ha quemado y que aprendió a protegerse.
En este Centro se busca la seguridad de las personas especiales, por lo que sus caminos así como la máquinas están hechas para que puedan ser manejadas por ellos.
TALLER DE ESCOBAS Y TRAPEADORES
Algunos trabajos que se realizan en el CAS son riesgosos, como la fabricación de escobas y trapeadores, donde se tienen cinco instructores para realizar estos productos que son vendidos a las tiendas así como en la panadería del centro.
La mayoría de las personas que se encuentran en este lugar son hombres, algunos con autismo, retraso mental o sordomudos, quienes hacen el proceso de fabricación de la escoba.
UN PASO ES UN GRAN AVANCE
Cada paso que dan, cada color, forma y figura que recuerdan representan un gran avance. María de la Luz Sánchez González es la profesora de Motricidad, en este taller trabaja con niños autistas y con retraso mental, aquí pueden colorear, hacer manualidades y dibujos, así como destrezas como acomodar cuadritos de madera en un cajón.
Un caso especial es el de Raúl, quien antes solamente se la pasaba en la puerta del salón y hoy ya se sienta en la mesa y toma los cuadritos y los acomoda; así como Rogelio, quien también hace destrezas a pesar de su discapacidad, ambos tiene entre los 23 y 25 años de edad.
ALFABETIZACIÓN Y MANUALIDADES
El taller de Manualidades y Alfabetización, se enseña a los pequeños a conocer las letras así como los colores y formas de los objetos, también les enseñan a escribir su nombre.
Quincenalmente a algunos de los estudiantes del CAS se les entrega un apoyo económico, por lo que tienen que firmar, algunos de ellos como no saben leer ni escribir ponen solamente su huella digital. Ante esto se les ha enseñado a escribir su firma para que también la estampen en documentos oficiales; actualmente algunos ya lo hacen.
Cada uno tiene su cuaderno cuadriculado donde les enseñan palabras sencillas pero con gran significado, como lo son “mamá” y “papá”, así como los nombres de sus compañeros y la palabra de su fruta favorita.
La maestra Irma Esther explicó los trabajos que los jóvenes realizan en este Centro, así como los avances que se han tenido con las tareas y prácticas que les enseñan como cantar y hablar correctamente.
Reciben terapia
Todos tienen terapia física, a los que usan silla de ruedas se les da un masaje en sus piernas para que descansen, además se han formado equipos de ayuda por lo que ahora los mismos discapacitados ayudan a otros a que den sus primeros pasos.
La psicóloga Guadalupe Ayala comentó que ya han aprendido a platicarle sus problemas, los conflictos que tienen son más fáciles de resolver porque se encuentran más abiertos a las soluciones que un niño con conflictos emocionales.
En algunas ocasiones estos problemas psicológicos son detectados por los maestros y la psicóloga trabaja para detectar su origen y llegar a una solución. Algunos de los jóvenes llegan a ir a terapia hasta por una semana.
NUMERALIA
Datos.
El CAS se encuentra en calle Juan E. García 233, en el Barrio de Analco, su panadería queda en esa misma calle, sólo que en la esquina con avenida Universidad, el teléfono es 618 813-70-21, donde se reciben pedidos para cualquier evento especial.
100
jóvenes
se encuentran en el CAS, quienes realizan diferentes actividades, manuales, artísticas además de que se les forja para que tengan un oficio
20
personas
se mantienen en la lista de espera para ingresar al CAS, la mayoría de los jóvenes tienen desde que se fundó el centro
90%
de los alumnos tiene transporte especial lo que resulta costoso para el CAS debido a que los estudiantes viven en diferentes partes de la ciudad