A partir de la reforma electoral los partidos recibirán menos dinero del IFE, pero no reducirán su ingreso disponible porque ahora ya no tendrán que pagar publicidad en radio y televisión. (Archivo)
En los próximos 10 años el crecimiento del financiamiento ordinario de los partidos en años no electorales crecerá casi 30% en términos reales.
La nueva Ley electoral prácticamente dejó igual los recursos que los partidos políticos recibirán en 2008 y el fenómeno de los spots se multiplicará, ya que en 2012 el número de spots al que los ciudadanos se verán sometidos será ocho veces mayor al que tuvieron en 2006.
De acuerdo con información del IFE y de partidos políticos, el financiamiento a estos últimos para 2008 será de alrededor de 2 mil 500 millones de pesos. Con la fórmula anterior quedaba en 2 mil 700 millones de pesos.
La reforma electoral determinó que el financiamiento (para campaña y gastos ordinarios) se fije con base en el padrón electoral, en lugar de la lista nominal de electores. Esto introdujo un elemento inflacionario a dicho cálculo, ya que existe un rezago entre una base y otra, y los que votan se encuentran en la lista nominal.
En elecciones federales, los gastos de campaña se reducirán en 50%, y las intermedias en 70%. Pero los gastos ordinarios se incrementan.
Según cálculos del IFE, en los próximos 10 años el crecimiento del financiamiento ordinario de los partidos políticos en años no-electorales crecerá casi 30% en términos reales.
Los partidos reciben menos dinero del IFE, pero no reducirán su ingreso disponible porque ahora ya no tendrán que pagar publicidad en radio y televisión. En realidad, la suma del equivalente económico del tiempo gratuito en radio y televisión y del financiamiento para campaña y gastos ordinarios, será superior al que ya tenían.
En la medida en que haya menos partidos, los ingresos de los tres más grandes tenderán a incrementarse y en 2012 ese aumento sería más significativo.
Los partidos políticos tendrán más ingreso disponible para mítines, propaganda utilitaria, Internet, movilización de votantes y gastos operativos en general.
Ni los partidos políticos ni los particulares podrán contratar tiempo en televisión o radio. En año electoral, el IFE tendrá a su disposición el total del tiempo en medios electrónicos que le corresponde al Estado.
Pero la utilización de los spots en la política no se acaba con la reforma. Más bien la incrementa. En 2012 se transmitirán ocho veces más spots que en 2006, tomando como base las 146 emisoras de televisión que el IFE monitoreó en 2006.
Si se toma como ejemplo el canal 2 de Televisa, el de mayor audiencia en el país, en 2006 los partidos adquirieron 33.7 horas de transmisión de spots, mientras que en 2012 se le destinarán de manera gratuita 61.2 horas.
Visto de otra manera, los promocionales transmitidos por el Canal de las Estrellas en 2006 fue de 4 mil 19 spots, adquiridos por todas las fuerzas políticas, principalmente el PAN. En 2012, con spots de 20 segundos, serían de 11 mil 16. Es un crecimiento de 174%.
Según el IFE, la reforma distribuye homogéneamente spots desde las seis de la mañana hasta las 12 de la noche, pero eso no garantiza rating entre votantes probables porque los espacios más relevantes están a partir de las siete de la noche.
“El riesgo es que los candidatos saturen a la población, pero no generen un impacto favorable entre los votantes probables”.
Los partidos no podrán adquirir publicidad ni denigrar y calumniar a instituciones, personas y candidatos a través de cualquier medio, sea electrónico o no.
Los particulares, empresas u organizaciones privadas tienen la misma prohibición, pero sólo en radio y televisión, ya que podrán hacer pronunciamientos, publicidad y proselitismo en espectaculares, en prensa escrita, en Internet o celular.
Se prevé que las personas físicas y morales desplacen estos mensajes a los informativos de la televisión y la radio como noticias. Por ejemplo, una cobertura de 10 espectaculares denigrando a instituciones, a personas o a candidatos, por parte de una asociación civil, puede ser la noticia de varios días de los noticieros de la televisión.