Aunque todavía no determinan el origen de la epidemia de salmonelosis, tienen bajo la lupa al tomate mexicano.
Las autoridades estadounidenses continuaban ayer sin determinar el origen de una epidemia de salmonelosis ligada al consumo de tomate fresco, aunque mantienen a México ‘bajo la lupa’ como posible lugar de origen de la contaminación.
La Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) de Estados Unidos mantiene a México fuera de la lista de áreas seguras de producción de tomate, en la que incluyó a todas las principales zonas productoras de este país, tras confirmar que no están ligadas a la actual epidemia.
Con la excepción de México, siete de los ocho principales países exportadores de tomate a Estados Unidos también han sido colocados en la lista de áreas de producción segura.
Autoridades de Salud del estado de Nuevo México informaron que una investigación preliminar reveló que personas infectadas en esa enad adquirieron tomates en tiendas abastecidas con el producto mexicano.
‘Pacientes con salmonelosis en Nuevo México compraron tomate que provino de México’, dijo Deborah Busemeyer, directora de comunicación del Departamento de Salud de la entidad.
Los primeros casos de la epidemia fueron registrados en Nuevo México y Texas, y ambas entidades suman las dos terceras partes de las infecciones reportadas desde abril pasado a la fecha.
Hasta este miércoles, 68 casos de salmonelosis han sido registrados en Nuevo México y 65 en Texas, de los casi 200 que han sido detectados en todo el país.
La FDA no ha dado a conocer detalles de la investigación que conduce para determinar el tipo de tomate y el lugar de producción de donde proviene la infección. Tampoco ha verificado los resultados de la investigación preliminar en Nuevo México.
El comisionado de la FDA, Andrew von Eschenbach, dijo la noche del martes en San Francisco que esa dependencia espera identificar la fuente de la salmonelosis ‘en los próximos días’.
El hecho de que México no haya sido descartado como fuente de la epidemia, ha provocado que se desplomen las exportaciones mexicanas de tomate a Estados Unidos, con cancelaciones y devoluciones de pedidos.
Como medida preventiva, productores de tomate en el norteño estado mexicano de Sinaloa han detenido sus envíos a Estados Unidos.
El año pasado, México exportó a Estados Unidos 949 mil toneladas de tomate fresco, para mantenerse como la principal nación que comercializa el producto en este país.
Productores estadounidenses también han registrado fuertes pérdidas, pese a que hayan sido identificadas como áreas seguras de producción, luego de que la FDA extendiera a todo el país su advertencia sobre el consumo de tomate fresco ante el continuo aumento de la epidemia.
