La región serrana de Tamazula y San Dimas es controlada por gavilleros, sin que la Policía pueda con ellos.
Reporte.
A más de 100 horas de que el menor Alexis Ayón Sucedo fuera privado de la libertad, en la zona limítrofe de San Dimas y Tamazula, se desconoce su paradero.
Durango. La zona serrana de San Dimas y Tamazula ha sido por años ideal para realizar secuestros por parte de gavilleros, pues por lo general cobran millonarios rescates y no son detenidos por las autoridades; el pasado fin de semana un niño de 12 años y su tío fueron plagiados por un grupo de por lo menos 15 sujetos fuertemente armados y aunque se dice que el adulto fue liberado, del menor no se ha sabido nada.
Hay temor. Ayer, El Siglo de Durango informó que en el poblado La Mesa del Oso, municipio de Tamazula, alrededor de 15 sujetos fuertemente armados ingresaron al domicilio del comisariado ejidal de Viborillas, José Humberto Ayón Astorga, y se llevaron a su hijo Alexis, de 12 años, junto con su tío Silverio Saucedo Sánchez, de 65.
De manera extraoficial se supo que los familiares de las víctimas no han interpuesto una denuncia formal, sin embargo, los agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) recibieron el reporte del ilícito pero al parecer los parientes del menor no quieren que la Policía intervenga por temor a que le vayan a hacer daño al infante.
Plagiaron a siete. En los últimos meses las gavillas que operan en San Dimas y Tamazula, pertenecientes al estado de Durango y de San Ignacio y Cosalá, de Sinaloa, han hecho de las suyas sin que la autoridad haya podido controlar esa situación.
Por poner algunos ejemplos, el pasado 26 de febrero un grupo de 25 sicarios irrumpió en un campamento de una empresa maderera en las inmediaciones del poblado El Trigo y secuestró a siete trabajadores mismos que fueron liberados el 6 de marzo luego que se pagaran cerca de tres millones de pesos por su rescate y aunque la Procuraduría estatal tuvo conocimiento no pudo hacer nada para evitar el pago.
Suman dos niños. También hace algunos meses un menor de 14 años, de apellido Astorga, fue secuestrado en el poblado Los Laureles y de la misma manera tras el pago correspondiente lo dejaron libre después de 15 días.
Asimismo, en la localidad de El Maguey fueron plagiados los señores Raúl Alvarado y Zacarías González por quienes sus familiares tuvieron que pagar un millón y medio de pesos por su liberación.
Son muchos los casos que se han presentado en Las Quebradas en los que los familiares de las víctimas han tenido que pagar el rescate para volver a ver a sus seres queridos.
Falsas promesas. En repetidas ocasiones se ha informado por parte de la Procuraduría y del Gobierno Estatal que se van a implementar operativos conjuntos con las autoridades de Sinaloa y apoyados por el Ejército para acabar con las gavillas que operan en esa zona, que han sido identificadas como las de Ramón “El Gato” Gallardo Campista, la de “El Teniente” y la de “Los Pintos”.
Se han visto acciones de la Procuraduría pero esporádicamente sin que se hayan tenido resultados concretos, pues a decir del mismo comandante de El Salto, Sergio Hernández Camacho, hay por lo menos 25 sujetos que forman una banda delictiva en el lugar.
Inclusive hace dos años, en un recorrido que hacían los soldados por San Dimas, se encontraron con la gavilla de “Los Pintos”, quienes los enfrentaron y mataron al militar Aristeo Mendoza Ramírez, de 30 años, originario de El Mezquital, sin embargo, todas esas bandas delictivas siguen operando en la región inmunemente.
Se “topó” a los gavilleros
Una persona originaria de San Blas, municipio de San Dimas, cuando se dirigía a Huachimetas de Arriba, se encontró con tres señores que estaban parados a un costado del camino y éste pensó que estaban pidieron raid y cuando se iba a parar vio cómo los sicarios sacaron sus armas por lo que optó por acelerar su camioneta para huir, no sin antes recibir varios impactos de bala en la carrocería del vehículo.
Cuando llegó al poblado cerca de La Cañita, se encontró con sus amigos y los alertó en torno a que andaban las gavillas queriendo secuestrar a alguien, situación que provocó que los vecinos del lugar se armaran y decidieran enfrentar a los gatilleros pero cuando se dirigían a la zona limítrofe de San Dimas y Tamazula se enteraron que eran 15 los delincuentes y que ya habían secuestrado a un menor y a un adulto.
Los secuestradores operan en diferentes comunidades de los municipios de Tamazula y San Dimas:
1 San Antonio de las Truchas
2 San José de Viborillas
3 La Cañita
4 El Trigo
5 El Maguey
6 Los Laureles
7 La Mesa del Oso
Fuente: Investigación El Siglo de Durango