Dos personas resultaron heridas de bala en Oaxaca, donde ayer se realizaron actos oficiales de sucesión de 570 alcaldes, algunos de ellos cuestionados por supuestas anomalías en las pasadas elecciones de noviembre. Los dos heridos son integrantes de un grupo inconforme con los resultados de la elección en el municipio de Pluma Hidalgo, donde fue electo el alcalde por el sistema de usos y costumbres, como se hace en 418 municipios de Oaxaca, informó el subsecretario de Gobierno del Estado, Joaquín Rodríguez.
Además los opositores al nuevo alcalde mantienen bloqueados los accesos a la población, dijo el funcionario.
El sistema de usos y costumbres se lleva a cabo en municipios indígenas y consiste en hacer una asamblea en la que participan todos los habitantes, alzando la mano para elegir a sus autoridades. El subsecretario oaxaqueño dijo que hasta el medio día de ayer habían asumido el cargo 223 alcaldes “sin mayores problemas, salvo el de Pluma Hidalgo”.
“Aún falta que tome posesión el resto de los alcaldes, pero la Policía que hace los recorridos en cada uno de estos municipios nos reporta que hay tranquilidad en todo el estado”, dijo.
En 17 de los 570 municipios oaxaqueños hubo diversas anomalías en las elecciones, por lo que se convocará a nuevos comicios.
El domingo pasado, un grupo de hombres armados atacó a balazos al alcalde electo de San Sebastián Tecomaxtlahuaca, quien resultó ileso, pero su acompañante murió.
El lunes otro grupo de personas ató a un árbol a Heladio Cruz para impedir que hoy asumiera como alcalde de La Trinidad Zaachila, quien finalmente fue liberado y ayer tomó posesión. En Santa María Quiegolani, uno de los municipios conflictivos, una mujer denunció la semana pasada que fue amenazada de muerte por haber acusado a los caciques del pueblo de prohibir que las mujeres, por los usos y costumbres de esta región, sean electas.
Eufrosina Cruz, de 27 años, participó como candidata a la alcaldía de Santa María Quiegolani, pero los votos que recibió le fueron anulados, y por rebelarse contra las costumbres indígenas recibió amenazas según las cuales la iban “a callar con una bala”.
