Jorge Alcocer Villanueva se presentó a su entrevista dentro del proceso de selección de candidatos a consejeros electorales del Instituto Federal Electoral, que realiza la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados que preside Diódoro Carrasco. (El Universal)
Jorge Alcocer, candidato a consejero del IFE, compareció ayer ante diputados de la Comisión de Gobernación, en lo que fue la entrevista al aspirante a ese cargo con más presencia de legisladores y medios de comunicación.
En el encuentro, que también ha sido el más cuestionado, las legisladoras Layda Sansores, de Convergencia, y Valentina Batres, del PRD, señalaron el presunto conflicto de intereses de Alcocer por haber participado en los trabajos de la reforma electoral y ahora aspirar al cargo de consejero.
Ambas diputadas utilizaron la estrategia de hacer solamente señalamientos y no cuestionar al candidato, para con eso evitar que Alcocer diera una respuesta.
“Un consejero electoral debe garantizar imparcialidad y honestidad y yo creo que es difícil creer que es usted honesto cuando fue uno de los diseñadores de esta reforma electoral, hay quienes dicen por ahí que usted es el padre de la criatura”, acusó Sansores.
En su turno, el priista César Camacho cuestionó la supuesta imparcialidad y conflicto de intereses que acusaron las legisladoras de Alcocer, y pidió una explicación con el argumento de que los aspirantes deben responder pues así fue diseñado el formato de la entrevista.
Alcocer defendió sus aspiraciones al asegurar que una buena prueba de la imparcialidad de su candidatura es que ésta va a acompañada de las firmas de personajes como José Woldenberg, Jorge Carpizo y el periodista Miguel Ángel Granados Chapa.
También detalló que desde 1990 preside un organismo integrado por analistas y abogados, el Centro de Estudios para un Proyecto Nacional Alternativo, que presta servicios al Senado de la República y que se convino que sin un cobro extra éste mismo realizara trabajos relacionados con la reforma electoral.
“Lo que se hizo fue un cambio de tareas contractualmente hablando al centro de estudios se concentra en las tareas de apoyo a la reforma del Estado.
“No hay conflicto de intereses, no hay un conflicto alguno, discrepo de quien así lo sostiene y ese asunto, en todo caso, se puede ventilar en las instancias jurisdiccionales correspondientes”, expuso.
El aspirante aseguró que en su papel de consejero de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA) no cobró sueldo.
