Marcela Verástegui, durante más de 18 años, se ha desempeñado como secretaria.
Entrega, discreción, paciencia y cariño a la profesión, son para Marcela Verástegui González, las cualidades que debe tener una buena secretaria.
Con más de 18 años de experiencia, de los cuales 15 ha dedicado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comenta que su trabajo le ha dado gratas satisfacciones durante este tiempo, “más que nada porque podemos darle ayuda a quienes lo requieren”.
“En mi caso, como secretaria del subdelegado, tienes la opción de ayudar a mucha gente, orientarla y ayudándole con sus trámites, pues llega mucha gente que no sabe ni leer ni escribir, y hacerlo en verdad, es muy gratificante”.
Para celebrar su día, Marcela no preparó nada especial, “pues no sabía que era el Día de la Secretaria”, dice sonriente la mujer, quien pese a haberlo olvidado, disfrutó de un agradable desayuno en compañía de sus compañeras de profesión.
Otra de las facetas de las secretarias, según revela Marcela, es que se convierten en confidentes del jefe, “pasamos mucho tiempo juntos, en ocasiones hasta más de las ocho horas, por ejemplo hay ocasiones en que no salimos en el horario que se ha establecido, todo depende de la cantidad de trabajo que tengamos”, comenta la mujer mientras prepara algunos documentos a la vez que trata de atender el teléfono.
Entrevistada desde su escritorio, el cual luce perfectamente ordenado, con una computadora a un costado, así como una impresora, fax, dos teléfonos y una montaña de papeles, Verástegui cuenta que las secretarias dada la dependencia que se genera por parte del jefe, llegan a convertirse en “su brazo derecho”.
“Hay ocasiones en que el jefe necesita trámites personales, lo ayudamos... que es el cumpleaños de la esposa, de los hijos, pues tratamos de recordárselo, así como los aniversarios”, comenta sonriente.
Marcela Verástegui comenta que muchos de los jefes crean tanta dependencia que es imposible dejarlos por unos momentos solos, “pero este no es mi caso”, asegura.
Y es que comenta que, a diferencia de otros superiores, “mi jefe conoce de todo, son muy pocos los que lo hacen, pero en la institución es necesario conocer casi de todo”.
Orgullosa de su profesión, Marcela asegura que continuará trabajando como secretaria “hasta que Dios y mis hijas lo permitan... he tenido la oportunidad de estar en otros puestos, pero me encanta hacer lo que hago”.
PACIENCIA
“Entrega más que nada, discreción absoluta, paciencia, porque no todos los jefes son iguales, y tenerle cariño a la profesión, son los elementos necesarios que debe cubrir una buena secretaria”.
MARCELA VERÁSTEGUI,
SECRETARIA
