Autoridades civiles y militares se reunieron para conmemorar el episodio de la Marcha de la Lealtad.
El Siglo de Durango
Al oír el retumbar los tambores en esa vieja casa que alberga a la Décima Zona Militar el corazón parece latir en sincronización.
Es el acto cívico para conmemorar el 95 aniversario de la Marcha de la Lealtad. Ismael Hernández Deras, gobernador de Durango, llega puntual para comenzar la ceremonia y con él ingresan los funcionarios estatales que lo acompañan así como las autoridades militares que encabezan el evento.
Pasan de las 9:00 de la mañana del sábado 9 de febrero y el frío se deja sentir, en especial, dentro de ese inmueble de la esquina Hidalgo y Aquiles Serdán en el que pocas veces se observan tantos civiles.
Como parte del programa se premia a los seis planteles educativos que sobresalieron en el desfile del 16 de septiembre. Uno a uno son nombrados y el público asistente muestra poco entusiasmo en los aplausos, pareciera que lo hacen como un mero requisito.
SENTIMIENTOS
Los rayos del sol calientan más en cuanto pasan los minutos y es el turno de escuchar el discurso oficial a cargo del capitán primero cirujano dentista Benjamín Avendaño Bautista. Su voz fuerte y grave invade el espacio.
“Esta marcha institucional será uno de los mejores referentes de la lealtad, ha de prevalecer en lo más profundo del sentimiento de la Nación como una lección de civismo y convicción en el bien de la patria. El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos cultivan en forma permanente causa y efecto de esta marcha histórica y lo harán siempre al lado de su Presidente y comandante supremo, defendiendo sus instituciones y de cara al pueblo de México”, dice.
Y remata: “Lealtad es la devoción, sincera, voluntaria e infalible hacia la Nación y al Ejército Mexicano, incluye los atributos de sinceridad, justicia, verdad, honradez, rectitud y nobleza que son comunes a todo militar”.
Entonces, la Banda del 85 Batallón de Infantería se une a la Banda de Música del Gobierno del Estado para entonar la Marcha de la Defensa Nacional. Las trompetas y los tambores se funden en su ritmo. Para muchos, podría parecer un sonido más pero para otros, aquellos que tienen sólidos lazos con las fuerzas castrenses, es una verdadera delicia que invade el alma y despierta el espíritu patriótico.
CAMINO
Es el turno de Hernández Deras, quien menciona que “los tres poderes respetamos a nuestras fuerzas armadas por ser una de las instituciones más leales que tiene nuestro país... mención especial merece el compromiso del Ejército Mexicano para apoyar con firmeza la determinación del Presidente de la República para combatir las actividades ilícitas y hacer valer el estado de derecho”.
En cuanto concluye el discurso del primer mandatario se procede a la Marcha, ya casi son las 10:00 de la mañana.
Se toma como ruta la calle Aquiles Serdán para llegar al monumento a Francisco I. Madero en la avenida Fanny Anitúa, a un lado del Parque Guadiana.
En el andar se observa a Ismael conversando, sonríe, hace ademanes con sus manos mientras está en la charla. A su lado, los diferentes servidores públicos y por las banquetas, los secretarios particulares que siguen con sigilo a sus jefes.
El paso de la marcha causa interés en los moradores de la zona. Amas de casa salen con batas y pantuflas, los albañiles que trabajan en la obra detienen su labor e incluso un sacerdote con sotana se para a la puerta de la Iglesia de los Ángeles para ver qué es lo que pasa.
DESENLACE
Como parte final de la conmemoración se realiza otro evento cívico frente a la efigie de Francisco I. Madero, se le deposita una ofrenda de honor y después, con las notas de la Banda de Música se despide a los asistentes.
El Gobernador saluda a los niños de la Escuela Anexa a la Normal que acudieron, las cámaras lo siguen y lo captan mientras se acerca a los menores de edad. Los reporteros aprovechan para unas últimas entrevistas y de pronto en un abrir y cerrar de ojos la multitud ha desaparecido.
Sólo quedan las coronas de flores en el monumento y el recuerdo de esa hermosa danza entre el bombeo de la sangre y las notas marciales.