Mario Alberto a sido sometido a 23 operaciones, pero una gran fortaleza inspirada por el amor de sus padres, lo mantiene adelante.
El Siglo de Durango
Sombrerete, Zac.- En las circunstancias difíciles se conoce a los guerreros. Mario Alberto lleva más de 23 operaciones en su pequeño cuerpo, pero una gran coraza de amor, un escudo de valentía, de lucha, una lanza de fortaleza y una espada de voluntad y ganas de vivir con la que se abre camino en la vida han hecho de él un ejemplo a seguir.
Mario Alberto Aragón Cortés nació con hidrocefalia y mielomelingocele, dos padecimientos que afectaron su columna y lo postraron en cama durante los primeros 13 años de su vida.
Sus mejores amigos han sido sus padres, Osiel Fernández Salas y Martha Cortés, que han protegido al guerrero como dos murallas, contra viento y marea.
La lucha se dio desde su nacimiento. Impedido de moverse, Mario Alberto se comunicaba con sus padres y respondía a los cariños y esa inyección de amor lo fue revitalizando.
FUERTE Y VALIENTE
Los ojos de Mario son muy expresivos y la valentía y la fortaleza se expresan en sus ganas de enfrentar a la vida y de aceptar lo que el destino le deparó y seguir siempre hacia delante.
Los padres le han inculcado esa fortaleza, que lleva en la sangre, ya que durante semanas han permanecido en hospitales de Durango, sin recursos económicos, en tanto al guerrero le practicaban siete operaciones, incluida una de apendicitis.
Llanto, dolor, desesperanza, pero al mismo tiempo las manos amigas, prestas a levantar el ánimo, para seguir en el camino, a seguir enfrentando los designios del Señor.
MARCAS DE BATALLA
Su cabeza y su pequeño cuerpo llevan la marcas de “la batalla” en el campo de la vida, alrededor de 23 cicatrices, que hoy en día constituyen risa para Mario Alberto. Las estadísticas médicas lo ubican como el niño que ha recibido más operaciones en México.
La hidrocefalia se origina cuando los ventrículos del cerebro acumulan en demasía el líquido celaforraquideo, que se encarga de proteger al cerebro y sistema nervioso de golpes.
Esto provoca que se ensanchen los ventrículos y la cabeza del niño crece mucho más grande. En el segundo caso, la mielomelingocele es un defecto de nacimiento, cuando la columna vertebral y el líquido raquídeo no se cierran por completo antes del nacimiento, no se forman completamente y el niño nace con espina bífida o con protuberancias de la misma espina a lo largo de la columna.
HERIDAS QUE FORTALECEN
Visitas al médico, ayudas económicas particulares, de instituciones, de la familia, contribuyeron a las operaciones, a instalar válvulas en su cabeza, que le permitieron seguir con vida.
Sus padres se han endeudado para pagar operaciones y medicinas, han permanecido junto a la cama del guerrero, en vela meses y años, con el temor de que falleciera en alguna operación, pero su valentía lo ha sacado adelante.
Aunque Osiel Fernández Salas no es su progenitor, lo ama como tal y ha luchado junto a su hijo, “a brazo partido”, consiguiendo recursos de aquí y de allá, más de lo que su modesto trabajo como empleado de Obras Públicas del Ayuntamiento lo permite. Para Martha es un orgullo tener un hijo como Mario Alberto y lo presume en todos lados.
Mario Alberto ha tomado la vida sin complejo alguno. Aunque se ha visto maniatado a la silla de ruedas, su inteligencia en plena libertad ha quedado de manifiesto.
RECONOCEN SU ESFUERZO
Justo en el momento en que era sometido a una nueva operación quirúrgica, sus compañeros de primaria en la Escuela Independencia celebraban su graduación. En honor del guerrero decidieron ponerle su nombre a la generación.
Mario ha sido ejemplo para muchos de los niños del colegio y para sus padres, que lo han tomado como ejemplo de lucha y superación. Siempre ha destacado en los cuadros de honor por sus altas calificaciones y su inteligencia lo obliga a avanzar en diferentes direcciones, con valentía y positivismo en la vida.
La última operación le produjo la pérdida total del habla y sólo se comunicaba con sus padres por medio de los ojos. Sus padres recuerdan que tuvieron que inventar un sistema de contraseñas para comunicarse con él.
El guerrero ríe cuando recuerda todo lo pasado, juega con “El Osito”, su hermano, pero sabe que en el camino aún quedan muchas más batallas por librar en la vida. La armadura, la espada desenvainada, la fortaleza y la valentía lo acompañan.
Águila de altos vuelos
Mario Alberto Aragón Cortés, americanista de corazón, posee posters y fotos de todos los jugadores “águilas”. Su mayor deseo es conocer en persona a Cuauhtémoc Blanco. Hoy posee 15 años de edad y las prótesis lo han ayudado a “caminar” lo mismo que la andadera.
Es el primer niño con discapacidad que estudia la secundaria en Sombrerete, y su permanencia en los cuadros de honor se ha convertido costumbre por sus altas calificaciones.
Pero a pesar de ello las autoridades no le han dado el trato y cuidados que merece de acuerdo con la Ley Estatal de Discapacitados, ya que la Secundaria No. 8 de la ciudad carece de rampas para su silla de ruedas y varias caídas han provocado temor en sus padres, debido a las válvulas que tiene en la cabeza.
Hoy Mario Alberto sale con sus amigos al ciber, a estudiar juntos; sus compañeros lo admiran por su gran valentía. Los demás padres de familia lo señalan a sus hijos en la calle como un ejemplo a seguir.
