Ninguna recesión puede contra 12 horas de trabajo diario
Algunos son sinceramente arrogantes. Y así muchos son queridos amigos. Regiomontanos y laguneros compartimos entre otras cosas el gusto por el trabajo bien hecho. Haber levantado ciudades en geografías inhóspitas, construyendo los ejes de la historia económica del noreste mexicano. Según confirma el doctor Mario Cerruti en sus investigaciones sobre el tema.
Reflexiono sobre la observación que me comparte recién un empresario neoleonés. “Hemos sufrido las mismas crisis, devaluaciones y recesiones, y hemos tenido los mismos gobiernos federales que Chiapas. Aquí las ciudades y los negocios han prosperado, allá no tanto… ¿Por qué la diferencia?”
Afirmo que serian muchos los factores que integran una respuesta. Desde la iniciativa emprendedora, los niveles educativos, además el atraso histórico y la marginación social.
Pero sin ignorar lo evidente, entiendo la lección implícita en su pregunta. Hoy, mientras algunos ensombrecen sus charlas con economicismos tremendistas y predicciones hasta surrealistas, que si la recesión, el sube-baja de la bolsa, los recortes de la Reserva Federal, y los mil etcéteras mas en el viejo y conocido discurso de los ciclos y los indicadores económicos. Otros, (entre los que cuento varios empresarios laguneros también amigos), siguen levantándose al amanecer, trabajando con mayor pasión, invirtiendo con astucia y prudencia; y perfeccionando sus talentos como inteligentes hombres de negocios. Ahí la diferencia. Menos economicismos, y más economía real.
Aquí un par de anotaciones básicas para los negocios. Valiosas tanto si suben, o bajan los mercados.
Diferenciarse para sobrevivir.
“El 75% de las empresas no tienen estrategia y se limitan a imitar a sus competidoras”. Michael Porter, profesor de Harvard, y una de las pocas voces que advirtió sobre burbujas financieras, tiene claro que las empresas deben volver a los modelos clásicos de gestión. “Si todo el mundo va siguiendo el mismo objetivo, las empresas se parecen cada vez más y el cliente empieza a elegir sobre la base del precio mas bajo”.
“Algunos ejecutivos confunden la estrategia con sus aspiraciones. Estrategia es lo que permite tener una ventaja que lleva a liderar tu mercado, que es la aspiración. Pero si no tienes una estrategia, lo que terminas haciendo es bajar tus precios”.
Crítico de las modas de gestión. Porter afirma que “todo el mundo habla de visión. Creo que debemos olvidarnos de ella. Visión es lo que tienes cuando no has dormido en tres días. La estrategia, en cambio, es lo que te va a permitir diferenciarte de tus competidores. Sin distracciones brumosas”.
¿Por qué diferenciarse? “Porque esta forma de gestión permite ganar dinero y perdurar”, afirma Porter. En su opinión, “Una forma de medir el éxito es el retorno sobre el capital invertido”.
“Con Internet se decía que había que transformarlo todo. Y, ¿qué pasó? Pues que no hubo muchas revoluciones. Además, esta mentalidad de ponerlo todo patas arriba lleva a muchos ejecutivos a cometer tonterías”.
La más grave, probablemente, fue “basar la estrategia en el valor de la acción bursátil”, destaca Porter. “Una fórmula casi segura de arruinar la empresa”.
Los secretos de una empresa que perdura
Conservadoras en las finanzas. Sensibles al mundo que las rodea. Con cohesión e identidad corporativa; y estructuras descentralizadas. Son las cuatro características que comparten las empresas más longevas del mundo. Todas ellas fueron analizadas por Aries de Geus en un estudio que realizó para la petrolera Shell. En total, encontró y analizó a 27 compañías que ya existían a finales del siglo XIX.
¿Cuál es la medida del éxito empresarial?, se pregunta el profesor De Geus. ¿Maximizar los beneficios cortoplacistas? ó ¿Conseguir que la empresa prospere solidamente para traspasarla a la siguiente generación? Él lo tiene claro: la segunda opción. “La conclusión que yo saco es que, para las compañías que viven tanto tiempo, los activos son su forma de vivir. Las utilidades para ellas, son como para los humanos el oxígeno: necesitamos el oxígeno para vivir pero no vivimos para respirar”.
Con esta reflexión, De Geus entierra la creencia de que únicamente serian los números, para asi reconocer el protagonismo a las personas. “El capital ya no es el principal factor de producción. El capital ya no es la ventaja competitiva. El éxito depende del talento del equipo, y del verdadero liderazgo del hombre de negocios”.
(Con información de Knowledge-Wharton)
Heriberto Ramos Hernandez
haramos67@hotmail.com
