EN LA CARTERA Y EN LA BRAGUETA
El libro tiene un titulo bastante largo: “Economía Liberal, para no economistas y no liberales”. Lo escribió Xavier Salá, polémico economista español, editorialista en el diario La Vanguardia de Barcelona, y catedrático en Yale y Columbia University.
Pero no hare una reseña. Únicamente me refiero al capitulo cinco, donde el autor reflexiona sobre cual debiera ser el papel de los gobiernos en una economía de libre mercado. El tema siempre es interesante; y es ahora particularmente relevante, porque los gobiernos mundiales están embarcándose en urgentes salvamentos financieros, allí donde pareciera que la mano invisible resulto mas “atrabancada” que la de algún muchacho rebosante de hormonas.
Xavier Salá afirma que las personas cargadas ideológicamente hacia la derecha tienden a argumentar que el gobierno debe participar solo lo indispensable en la economía, pero si reglamentar mas la conducta personal. Visto así, un gobierno metido en la bragueta, pero ausente de la cartera del ciudadano.
Aquí un ejemplo: Un gobierno que gasta toneladas de dinero en disuadir el tabaquismo, prohibirlo en lugares públicos, y satanizar a los fumadores; pero que de ninguna manera alertará con el mismo afán, lo riesgoso que resulta el exceso de dinero plástico, comprar derivados financieros exóticos; o prohibirá invertir sin tener conocimientos, los ahorros de una vida en cualquier bolsa de valores.
Por su parte, las personas cargadas ideológicamente hacia la izquierda abogan por el derecho de cada quien a decidir sobre su propio cuerpo, pero mantienen sospechas al derecho de cada cual a decidir sobre sus propios dineros.
Pero bueno… tampoco habrá que tomarlo tan a pecho. Las fronteras de la geometría ideológica tienden a desdibujarse en tiempos de crisis, cambios, y oportunidades. El pragmatismo es condicionante de la supervivencia.
¿Quien pudo imaginar que los principales bancos mundiales estarían prácticamente estatizados? ¿Qué algunos corporativos tendrían boquetes financieros por apostarle al peso contra el dólar? ¿Qué Washington ignoraría sus propios dogmas cincelados en el Consenso de Washington? ¿Qué miles de paisanos regresan hoy porque no consiguen empleo “en el otro lado”? Como diría José Alfredo: Un mundo raro.
Termino con una opinión personal. El Secretario de Hacienda, doctor Agustín Carstens, y el Gobernador del Banco de México, doctor Guillermo Ortiz; han sido criticados por alguna frase que utilizaron como respuesta ante preguntas que fueron ignorantes en el mejor de los casos, y en el peor de ellos, maliciosas.
Habrá que recordar que el papel de las autoridades económicas en cualquier país no es la astrología ni la cartomancia para adivinar el futuro, sino algo mas parecido a la medicina, que va tratando quirúrgicamente los problemas conforme estos evolucionan según múltiples variables internas y externas.
Aun cuando es uno de los cargos mas complicados dentro del gabinete, hemos tenido Secretarios de Hacienda muy competentes, técnicos experimentados y reconocidos a nivel mundial, alejados de la politiquería y del ansia de popularidad instantánea. Antonio Ortiz Mena, Pedro Aspe Armella, Jesús Silva Herzog, Ángel Gurria, Guillermo Ortiz, Paco Gil Díaz, y el propio Agustín Carstens.
Heriberto Ramos Hernández
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