En Estados Unidos casi una de cada cuatro personas con edades entre 18 y 30 años tiene al menos un tatuaje. (EFE)
Las mujeres tratan de quitarse los tatuajes con más frecuencia que los hombres, motivadas probablemente por los comentarios negativos que reciben de otras personas, según un artículo que publica la revista Archives of Dermatology.
En Estados Unidos casi una de cada cuatro personas con edades entre 18 y 30 años tiene al menos un tatuaje, indica el artículo de la revista, que es una de las publicaciones de la Asociación Médica Estadounidense.
"Si bien el 83 por ciento de las personas que tienen tatuajes están contentas con sus marcas en la piel", señala el artículo, se calcula que uno de cada cinco está descontento con ellas, aunque sólo aproximadamente el 6 por ciento recurre a un tratamiento para quitarlas.
Myrna L. Armstrong del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas, encuestó, en el 2006, a 196 personas en cuatro clínicas dermatológicas que pidieron que les quitaran los tatuajes.
Los 66 hombres y 130 mujeres, con una edad promedio de 30 años, respondieron a 127 preguntas de carácter demográfico, el motivo por el cual habían recibido un tatuaje y el motivo para pedir la eliminación.
Según los estudios, "lo que ocurrió a esas personas fue un cambio en la identidad, y la eliminación del tatuaje tuvo que ver con el deseo de desvincularse del pasado", señala el artículo.
En el 2006 el 44 por ciento de los encuestados indicó que se había puesto un tatuaje para sentirse diferente, el 33 por ciento para sentirse independiente, y el 28 por ciento para destacar alguna experiencia de su vida.
Las razones principales mencionadas para quitarse el tatuaje fueron, simplemente la decisión de quitárselo (58 por ciento), bochorno al exhibirlo (57 por ciento), sentido de mala imagen corporal (38 por ciento), un nuevo empleo o carrera (38 por ciento) y estigma social (25 por ciento).
La encuesta reveló asimismo que la decisión de quitarse el tatuaje era más común entre las mujeres que entre los hombres. El 69 por ciento de los participantes en la encuesta fueron mujeres.
"Si bien los hombres indicaron, al igual que las mujeres, que con el paso de unos cinco años habían cambiado sus sentimientos acerca de los tatuajes, al parecer hubo más cambios debidos a razones sociales en el caso de las mujeres", señala el artículo.
"Los tatuajes empezaron a atraer bochorno, comentarios negativos y problemas en la selección de prendas para vestir", agrega.
"El apoyo social para las mujeres con tatuajes quizá no sea tan firme como es para los hombres", concluyeron los investigadores. "En lugar de hacerse o mantener tatuajes visibles, es probable que las mujeres prefieran una parte del cuerpo que pueden cubrir y así controlan la exposición".