Antes de partir hacia Seattle para el juego ante China, el arquero de la selección Oswaldo Sánchez convivió con unas monjas, que coincidieron en el Aeropuerto en la salida del Tri. (Jam Media)
El arquero Oswaldo Sánchez ya tomó la posición de líder en la Selección, armada por el técnico interino Jesús Ramírez, y más cuando muchos de ellos son jóvenes, aunque ya con una vasta experiencia internacional por su paso en selecciones menores.
“Vamos muchachos, vamos a ganar”, les dijo el portero a los integrantes del Tri durante la práctica realizada en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol, y ya en el aeropuerto camino a Seattle, Washington, para el encuentro del miércoles ante China, expresó: “Hasta parece que son mis sobrinos”.
Y es que a sus 34 años, un Mundial y decenas de partidos internacionales como seleccionado, Oswaldo tomó la batuta del grupo en el arranque de “Chuy” Ramírez como técnico del Tricolor.
“Él sabe lo que es dirigir una Selección Nacional, fue campeón del mundo con los chavos (Sub-17) y ojalá pueda hacer unos buenos tres partidos para que se analice su labor”, comentó el veterano guardameta.
Tras la salida de Hugo Sánchez del Tricolor fue contratado Ramírez como interino para dirigir además del encuentro ante China los cotejos contra Argentina y Perú. “Claro que puede ser el técnico de la Selección porque la capacidad para dirigir al Tricolor ya la demostró”, declaró Sánchez Ibarra.
Y al referirse a la presencia de los jóvenes, Oswaldo comentó que la oportunidad que reciben la deben aprovechar, porque antes era muy difícil llegar, por eso, ahora que ya están en el Tri deben valorar el llamado, “porque es muy bonito representar al país y ojalá la presencia sirva para el crecimiento en todos los sentidos”.
Aseguró que “no se abarata” un puesto en la Selección, porque “se da ese fogueo a los nuevos u otros elementos en estos juegos de preparación y cuando ya se presenten los encuentros clasificatorios para la Copa del Mundo entonces el técnico convocará a lo mejor.
“Esta Selección está formada por muchos jóvenes, están la mayoría muy chavitos y me siento el tío de casi todos”, dijo entre risas el portero de Santos Laguna.
Un hábito penoso
Un grupo de entusiastas monjitas no pudo sustraerse a la magia de ver de cerca al arquero Oswaldo Sánchez y aunque un avión a Perú las aguardaba, esperaron con paciencia a que el cancerbero se les emparejara para saludarlo.
Primero una de las religiosas, nacida en Santo Domingo, fue la que se armó de valor y se atravesó en el camino del portero. Lo saludó y Oswaldo, en medio de su confusión y turbación, le besó la mano como si se tratara de algún sacerdote.
Acto seguido, el resto de la comitiva, que vestía hábitos blancos con crucifijos en café y madera, se animó a acercarse para saludarlo. Y aprovechando que otros fans les solicitaban fotos, también posaron para las cámaras de algunos transeúntes.
Inclusive, la gente pidió que bendijeran a Oswaldo y las monjas rápidamente lo persignaron. El arquero del Santos estaba tan atribulado y sin saber como actuar, que también les mandó bendiciones para luego seguir su camino, porque el avión para Estados Unidos ya lo aguardaba.
Tanta fue la emoción de las religiosas, quienes admitieron que les encantan el futbol, que se olvidaron de obsequiarle una medalla al cancerbero, pues una de ellas estaba dispuesta a deshacerse de su posesión para dársela a Sánchez en un gesto de amistad. (Agencia Reforma)