Como suele suceder en las elecciones en Estados Unidos son varias las proposiciones o propuestas de carácter local que atraen el interés de los votantes, en ocasiones con mayor fuerza al de los candidatos a cargos públicos.
En el estado de California destaca la proposición 8 que intenta proteger el matrimonio en contra de la decisión de la Suprema Corte de California que el pasado mes de mayo dio luz verde a la legalización de las uniones entre homosexuales.
Recordará usted que en esa ocasión, tal como ocurrió tiempo atrás en Massachusetts, cientos de parejas gays corrieron a los juzgados para legalizar su unión civil a raíz de la entrada en vigor de dicha ley.
Pero al mismo tiempo miles de californianos lanzaron una iniciativa conocida como la propuesta Protect your Marriage —en español Protege tu Matrimonio—, con la idea de invalidar la acción de la Suprema Corte y regresar a la ley original que establecía que las uniones legales sólo pueden concretarse entre un hombre y una mujer.
En el año 2000 más de cuatro millones de votantes -el 62% del electorado- apoyaron la proposición 22 también a favor del matrimonio heterosexual.
Ocho años después las encuestas indican una tendencia favorable a la Proposición 8, pero los recursos y alianzas que han logrado los defensores de la comunidad gay es tan amplia y diversa que algunos dudan si en esta ocasión se vetará la ley que permite la unión entre homosexuales.
La Proposición 8 es respaldada por infinidad de organizaciones civiles y religiosas además de profesionistas, políticos, empresarios y público en general.
Su argumento principal es que el matrimonio se funda en la tradición humana y religiosa de la unión entre un hombre y una mujer y que hasta el momento la Suprema Corte de Justicia no ha tomado en cuenta el sentir de la población para aplicar la nueva ley.
Además el matrimonio entre homosexuales afectará la concepción de los niños cuya procreación sólo puede ocurrir cuando se unen un hombre y una mujer.
La aprobación del matrimonio gay ha llevado a considerar otras propuestas legales en California igual o más polémicas.
En semanas anteriores, el asambleísta Mark Leno presentó una iniciativa ante el Congreso estatal para establecer el 22 de mayo como el Día de Harvey Milk, en honor al primer concejal de San Francisco, quien declaró abiertamente su homosexualidad y celebrarlo en las escuelas públicas.
La propuesta de Leno levantó una ola de protestas, especialmente en las comunidades hispanas y entre los grupos religiosos.
Varios padres de familia de origen mexicano dijeron que de aprobarse esta iniciativa ellos simplemente no enviarían a sus hijos a las escuelas, porque festejar un día dedicado a los gays va en contra de sus creencias y valores.
Adán Valdez, padre de un menor estudiante en San José, California, dijo que “si se llega aprobar esta ley, no traeré a mi hijo a la escuela ningún 22 de mayo”.
La propuesta está ahora en el escritorio del gobernador Arnold Schwarzenegger, quien ha rechazado leyes a favor de homosexuales en el pasado, pero en este caso todo puede suceder por los tiempos electorales.
Lo cierto es que los donativos a favor y en contra de la Proposición 8 están a la orden del día, lamentablemente muchas empresas se dejan llevar por la mercadotecnia y no por los valores morales y familiares implícitos en este asunto.
De aprobarse en California la Proposición 8 se habrá ganado una gran batalla a favor del matrimonio, pero en caso contrario se pondrá en serio peligro la estabilidad de la familia tradicional de Norteamérica ante a la enorme influencia que tiene este estado.
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