La delincuencia organizada hizo trizas al estado; asesinaron a personas a balazos, decapitaron a otros y algunos más fueron víctimas de ahorcamiento.
Durango. En Durango, mayo se tornó como el mes más sanguinario en lo que va del año, además de ser el periodo en el que se registraron más muertes violentas con un total de 90, la mayoría producidas por proyectil disparado por arma de fuego, por volcaduras, otras por decapitación y algunas por asfixia ya sea por estrangulamiento o por sumergimiento. En lo que va del año se han suscitado 348 decesos crudos.
De acuerdo con las estadísticas elaboradas por El Siglo de Durango, durante el mes pasado hubo 27 muertos por arma de fuego, cuerpos de los que se logró dar fe o al menos se tuvo conocimiento por alguna autoridad, sin contar los que se presume se fueron recogidos por delincuentes durante una balacera en Nombre de Dios.
Mientras los decesos provocados por arma de fuego aumentaron en este mes, los suscitados en volcaduras de vehículos, choques y atropellados disminuyeron; en volcaduras se presentaron diez, por atropellamiento seis y en choques siete.
Definitivamente mayo fue en donde la delincuencia organizada hizo presencia fuerte en la entidad tiñendo de sangre casi todo el territorio, especialmente la capital, pues ejecutaron a personas con armas de fuego, a otras las decapitaron y a unas más las ahorcaron.
No se había visto en otro lado.
Uno de los episodios que se vivieron en este mes fue el pasado día 20 en el tramo carretero Nombre de Dios-Vicente Guerrero donde se suscitaron varios enfrentamientos entre grupos antagonistas de la delincuencia organizada.
Aparentemente el enfrentamiento más fuerte se dio alrededor de las cuatro de la mañana, mientras que en esta ciudad se habla de manera extraoficial de por lo menos nueve muertos y un lesionado.
Más de 100 agentes de las diferentes corporaciones estatales y federales arribaron al lugar del enfrentamiento. Los grupos armados viajaban a bordo de vehículos último modelo tipo Tahoe, GMC Sierra, Lobo, Durango y Avalanche, además de que la mayoría eran blindadas.
Traían armamento del más sofisticado y el primer encuentro fue a la altura del poblado San Francisco Javier, municipio de Vicente Guerero, donde se encontraron unos cadáveres abandonados a un lado de la carretera.
Se fueron sin que nadie los parara.
En el tramo de Nombre de Dios a El Ancón fueron abandonadas con una distancia de 70 a 100 metros nueve camionetas en el tramo que corresponde de Nombre de Dios hacia La Parrilla, Nombre de Dios.
Se presume que a uno de los vehículos le estrellaron una granada pues el parabrisas y parte de la carrocería estaban deshechos.
Según pláticas de los agentes se presume que alrededor de 20 camionetas de modelo reciente huyeron hacia el lado de Zacatecas.
Elementos de la Dirección Estatal de Investigación de Durango, apoyados por los de Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Poanas y Nombre de Dios, resguardaban el lugar de los hechos.
Los cadáveres quedaron tirados.
Cuerpos despedazados a balazos, granadas regadas al por mayor, cientos de casquillos de alto calibre y una docena de vehículos de lujo abandonados a pie de carretera totalmente balaceados, fue el escenario que se observó en la carretera a México en el tramo de Nombre de Dios-Vicente Guerrero, cuando dos grupos de la delincuencia organizada se enfrentaron dejando un saldo de ocho sujetos muertos y uno herido, para después huir con rumbo a Zacatecas.
Agentes policiacos hablan de la presencia de un comando de por lo menos 15 vehículos que van sembrando muerte y terror en la carretera No. 45.
Personal de El Siglo de Durango estuvo presente en la escena del crimen logrando entrevistar al comandante de la Décima Zona Militar, Moisés Melo García, quien informó que fueron tres puntos específicos donde se dieron los enfrentamientos.
Cabeza fría… ¿y el cuerpo?.
Si esto no fuera suficiente, los mismos grupos del crimen organizado se volvieron a declarar la guerra en la capital del estado; por un lado, el 23 de mayo, fueron localizadas seis hieleras con cabezas humanas en las que había mensajes que amenazaban tanto a algunas autoridades como a miembros de un cártel antagonista.
Cinco días después se presentó la respuesta del grupo de sicarios ofendido y colocó, también en la capital, en primera instancia una cabeza humana en similares condiciones de las primeras y más tarde un cuerpo decapitado con una cabeza de cerdo sobrepuesta, mientras que en el municipio de Lerdo detectaban otra cabeza en el periférico.
El primer hallazgo.
El 23 de mayo aparecen cuatro cabezas humanas en las afueras de la ciudad, por la carretera a México, en hieleras de unicel, cubiertas de sangre y con mensajes de advertencia escritos en cartulinas para presuntos integrantes de la delincuencia organizada.
Fue a las 7:40 horas cuando se recibió el primer reporte que indicaba el hallazgo de cuatro hieleras, en cuyo interior había restos humanos y portaban cartulinas con mensajes de los presuntos responsables.
De inmediato se dieron cita elementos de las diferentes corporaciones para acordonar la zona y realizar las indagatorias pertinentes. Dos hieleras se encontraban una sobre otra; las otras dos estaban a los costados.
Las hieleras fueros trasladadas al Servicio Médico Forense (Semefo) para tratar de identificar a los sujetos mediante pruebas de ADN; en tanto que las cajas de unicel fueron sometidas a análisis a fin de buscar huellas dactilares o evidencias que lleven a la posible identidad de las personas que las colocaron en ese lugar. Ese mismo día por la noche se encontraron otras dos hieleras similares con sendas cabezas humanas.
Los ofendidos responden.
El 28 de mayo, La entidad se volvió a ensuciar con el tema del crimen organizado. Se encontraron dos cabezas más y un cuerpo decapitado al que le pusieron una cabeza de cerdo con nuevos mensajes en cartulinas que contenían una especie de amenazas hechas y dirigidas a grupos de la delincuencia organizada.
Fue a las 2:55 de la mañana cuando se recibió el reporte de que en el camellón del Puente Dalila estaba una cabeza humana en una hielera. Los agentes de la DEI fueron los que se dirigieron al lugar y encontraron la cabeza en las mismas circunstancias que las de la semana pasada.
El cuerpo decapitado con cabeza de marrano se localizó horas más tarde frente al Cementerio Valle de los Sabinos, que se ubica por carretera a Parral. Una cantidad importante de avionetas y helicópteros apoyaron a la vigilancia del estado.
La última advertencia.
Luego de haber sido “levantado” la noche del 27 de mayo, un vecino de la colonia Ernesto Zedillo de esta ciudad apareció muerto pero sólo su cabeza, muy cerca de donde desapareció horas antes.
El occiso se llamaba Mario Alberto Casale Celedón, de 27 años, con domicilio en avenida Revolución número 47 de la citada colonia, soltero y de oficio albañil. La cabeza estaba dentro de una bolsa y cubierta con una camiseta.