La medallista de oro María del Rosario Espinoza en Beijing 2008 fue agasajada por miles de habitantes de esta ciudad, quienes l a siguieron durante la caravana que organizó el Gobierno del Estado.(Agencia Reforma)
Recibe Sinaloa a María del Rosario Espinoza como reina.
La taekwondoín María del Rosario Espinoza fue recibida ayer como una reina en Sinaloa, la capital del Estado de Sinaloa, entidad que la vio nacer.
La medallista de oro en Beijing 2008 fue agasajada por miles de habitantes de esta ciudad, quienes la siguieron durante la caravana que organizó el Gobierno del Estado y que fue desde el aeropuerto hasta el Politécnico de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
El recorrido duró más de una hora y 40 minutos, en los cuales la medallista de oro en los Juegos Olímpicos recibió toda clase de elogios.
Sobre un camión de Bomberos “Chayito” fue acompañada por sus papás al tiempo que recibía elogios por parte de la población que no dejó de aplaudir a su paso.
“Que Dios te bendiga, María”, gritó una mujer eufórica al paso de la caravana, lo que provocó una sonrisa de la atleta.
“Mándame un beso”, pidió un hombre de mediana edad; “A mí otro”, siguió su acompañante, una dama; “‘Chayito’, eres única”, exclamó alguien más.
Durante el recorrido se pudo observar que en los postes de la luz las autoridades colocaron pendones con la imagen de la taekwondoín diciendo que era un orgullo sinaloense.
Al llegar al Poliforum, más de 5 mil personas la recibieron y ahí, el Rector de esa universidad, Héctor Melesio Cuén, le regaló un equipo para practicar tae kwon do.
Llega a Uruapan a su medallista de oro
Hace años salió siendo un taxista y la tarde de ayer regresó como héroe nacional: su nombre es Guillermo Pérez.
Cual desfile del festejo de Independencia, miles de uruapeneses abarrotaron las principales calles de esta ciudad para dar la bienvenida al campeón olímpico, presea de oro en tae kwon do, categoría de menos de 58 kilogramos.
“¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo!”, fue el grito que se repitió sin parar desde el arribo del medallista a su paso por las calles, mismas que recorrió hace aproximadamente cuatro años conduciendo el taxi de su tío para ganarse la vida. “Bien hecho, campeón”, lo felicitaron algunos.
Memo Pérez portó un sombrero de charro en color negro, pantalón negro casual y camisa blanca a rayas azules. Se le vio emocionado ante la entrega de sus paisanos.
La caravana partió del Paseo Lázaro Cárdenas para luego tomar Francisco I. Madero, internarse en el centro y seguir sobre Independencia hacia el parque nacional. El campeón viajó arriba de la plataforma de una grúa decorada con motivos alusivos a los Juegos Olímpicos de Beijing.
Con él iban sus mujeres más amadas, María de Lourdes Sandoval, la madre; Florentina Rubio, la abuela, y Angélica Vaca, la novia.