Medio siglo de historia
La historia de la Diócesis, según el padre Jesús de la Torre no fue nada fácil, pues monseñor Fernando Romo sólo contaba con 12 sacerdotes diocesanos y 26 religiosos para evangelizar a los cinco municipios de la Comarca Lagunera de Coahuila: San Pedro.
Un sábado 19 de abril de 1958, miles de personas se congregaron desde la Cuchilla, pasando por San Pedro, Viesca, Matamoros hasta Torreón, para darle la bienvenida a don Fernando Romo Gutiérrez y festejar la creación de la Diócesis de la Región Lagunera de Coahuila.
Las banquetas de la avenida Juárez resultaron insuficientes para los miles de fieles que llegaron al Estadio Revolución para saludar a don Fernando, quien viajaba a bordo de un vehículo acompañado por el delegado apostólico Luigi Raymondi, por lo que algunos se apostaron en los arroyos vehiculares, balcones, terrazas y azoteas.
Los sacerdotes se dirigían a la Catedral del Carmen. La avenida Juárez, las calzadas Cuauhtémoc y Colón, fueron adornadas con cientos de banderines en color amarillo y blanco. La algarabía de los católicos laguneros no sólo se debía a la creación de la Diócesis, también porque el 20 de abril de 1958 don Fernando Romo Gutiérrez sería consagrado primer obispo de Torreón, por el arzobispo de Guadalajara José Garibi Rivera.
Y es que el 19 de junio de 1957, por la Bula “Qui Hanc Ob Causam”, el Papa Pío XII crea la Diócesis de Torreón el tres de enero de 1958. El delegado apostólico en México, Luigi Raymondi, comunica al entonces rector del Seminario de Saltillo, Fernando Romo Gutiérrez, que había sido designado obispo para la nueva Diócesis, al que no le valió la objeción de ser sordo del oído derecho, ya que sí “oye por el izquierdo”.
Así comenzó la historia de la Diócesis, la cual según el padre Jesús de la Torre no fue nada fácil, pues monseñor Romo sólo contaba con 12 sacerdotes diocesanos y 26 religiosos para evangelizar a los cinco municipios de la Comarca Lagunera de Coahuila: San Pedro de las Colonias, Francisco I. Madero, Viesca, Matamoros y Torreón.
“El problema fue que la ciudad era atendida por sacerdotes claretianos, jesuitas y redentoristas. No había clero diocesano y fue hasta 1956 cuando el obispo de Saltillo Luis Guizar, mandó sacerdotes a esta ciudad y nombró al padre Andrés Dávila primer párroco del Sagrado Corazón y en este templo comienza a gestarse el desarrollo pastoral que el Vaticano exigía para poder crear la Diócesis de Torreón”, comenta el sacerdote y cronista de la Diócesis de Torreón.
Monseñor Romo, quien apenas tenía 43 años de edad cuando se convirtió en obispo de Torreón, encontró una Diócesis sin tradiciones religiosas fuertes, con una población emigrante campesina y con diferentes etnias conformadas por franceses, daneses, libaneses, árabes, españoles, entre otras y por lo tanto con diferentes creencias.
En consecuencia, el obispo buscó en otras diócesis a seminaristas para que vinieran a trabajar a Torreón y en 10 años logró que la Iglesia Católica de Torreón se convirtiera en una de las más dinámicas de México, pues en esta década ordenó a 14 presbíteros, 12 de ellos de otros estados, de manera que el clero de esta región era muy joven, inquieto y poco preocupado por cuestiones económicas.
En el primer aniversario de la Diócesis de Torreón, el 19 de abril de 1959, don Fernando colocó y bendijo la primera piedra del Seminario Diocesano de Santa María Reyna, en el entonces campo de Las Margaritas y que se inauguró el 18 de octubre de 1961.
El obispo Romo, dice el padre Jesús de la Torre, impulsó las enseñanzas del Concilio Vaticano II con infinidad de medios. Se preocupó por la renovación teológica de sus sacerdotes y le dio importancia al magisterio de la Conferencia Episcopal Latinoamericana.
Sin embargo, el ocho de marzo de 1984 enfermó de gravedad, víctima de una embolia que le dejó como secuela una parálisis en el lado derecho del cuerpo y en una muestra de afecto, los sacerdotes, en especial el vicario Francisco Castillo, se turnaron para cuidarlo hasta que logró restablecerse un poco.
Pero su salud no volvió a ser la misma y don Fernando solicitó al Papa Juan Pablo II un obispo coadjutor. Desde el Vaticano, el 26 de febrero de 1985, se le hizo esta encomienda a don Luis Morales Reyes y el 19 de abril de este mismo año fue recibido en la ciudad y el 20 tomó posesión de su cargo.
A lo largo de cinco años, ambos obispos trabajaron juntos para reforzar la Iglesia Católica en la Región Lagunera, pero además manifestaron sus opiniones ante problemas como el hidroarsenicismo y la pobreza, las cuales causaron eco entre la sociedad y también establecieron la división de la Diócesis en tres zonas pastorales.
1990, el inicio de una nueva época para la Diócesis de Torreón
El 18 de junio de 1990, al cumplir 75 años de edad y 32 como obispo, don Fernando Romo Gutiérrez presentó su renuncia al Papa Juan Pablo II, quien la acepta y nombra a don Luis Morales Reyes como nuevo obispo de Torreón.
En 1958, don Fernando recibió la Diócesis con 12 sacerdotes diocesanos y 26 religiosos, así como ocho parroquias, pero le heredó a don Luis Morales Reyes 60 diocesanos y 40 religiosos, además de 29 parroquias.
Aunque la noticia de la renuncia de monseñor Romo fue recibida con tristeza entre los laguneros, don Luis Morales Reyes ya se había ganado su afecto por los cinco años en que trabajó como obispo coadjutor.
A decir del padre Jesús de la Torre, don Luis Morales Reyes fue el organizador de una pastoral moderna y pronto ubicó a la Diócesis de Torreón como una de las mejores no sólo de México sino con eco y fuerza en América Latina.
Y es que el obispo de Torreón, don Luis Morales Reyes, también tenía el cargo de tesorero de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), puesto que ocupó de 1985 a 1994 y además era delegado en la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM).
De 1994 a 1997, fungió como vicepresidente de la CEM y es así como el 20 de enero de 1999 el Papa Juan Pablo II lo nombra arzobispo de San Luis Potosí; y es así como el 12 de octubre de 2000, monseñor José Guadalupe Galván Galindo fue nombrado obispo de Torreón.
“Don Fernando, como padre de la Diócesis, pone las bases en el aspecto de organizaciones laicales en el Seminario y en la organización interna del presbiterio, es la consolidación de una pastoral al interior de la Iglesia con mucha fidelidad al Concilio Vaticano II y al Magisterio Latinoamericano, mientras que don Luis es la pastoral planificada porque es un hombre abierto que comprende los movimientos modernos; y don José Guadalupe es el depositario de esas herencias, tal y como él mismo lo dijo en su primera conferencia de prensa ‘‘lo que ya está no lo vengo a destruir sino a continuar’ y esa ha sido su característica”, asegura el padre De la Torre.
Aunque el nuncio apostólico en México, monseñor Christophe Pierre, informó ya de la posibilidad de crear una Diócesis en Gómez Palacio, uno de los actuales proyectos de los sacerdotes de Torreón, que es apoyado por monseñor Galván Galindo, es que la Diócesis de Torreón abarque no sólo a los municipios de la Comarca Lagunera de Coahuila, sino también a los de Durango y para eso enviaron un documento a todas las Diócesis de México para explicar las razones pastorales.
Clausura de los festejos del Año Jubilar
Y como aquel sábado 19 de abril de 1958, la Iglesia Católica de Torreón está de fiesta. Se espera que este día el Coliseo del Centenario albergue a unas nueve mil personas para clausurar los festejos del Año Jubilar de la Diócesis con una solemne Eucaristía que será presidida por el cardenal y arzobispo de Monterrey, Francisco Robles Ortega, en compañía de 50 obispos y el nuncio apostólico en México, monseñor Christophe Pierre.
La parte musical de la celebración estará dirigida por el padre Ismael Gallegos Corona, quien preparó un coro monumental con un promedio de 500 voces. Una participación especial tendrá el tenor Fernando de la Mora Romo, sobrino de monseñor Fernando Romo Gutiérrez, obispo fundador de la Diócesis de Torreón fallecido en diciembre de 2007 y por quien especialmente se ofrecerá la Eucaristía.
Como un homenaje póstumo a su tío, la noche de ayer viernes el tenor ofreció un concierto con la Camerata de Coahuila en el Teatro Nazas. Y es que mañana 20 de abril se cumplirían 50 años del ministerio episcopal de don Fernando Romo, pero ya no fue posible festejarlo.
A detalle
Algunos detalles y números de la Diócesis de Torreón:
Abarca 24 mil kilómetros cuadrados.
Evangeliza a los municipios de Torreón, Matamoros, Viesca, Francisco I. Madero y San Pedro.
Cuenta con 51 parroquias y 13 capellanías.
105 sacerdotes diocesanos.
40 sacerdotes religiosos (claretianos, jesuitas, franciscanos, legionarios, carmelitas, xaverianos y redentoristas).
Un 82 por ciento de la población de la Región Lagunera es católica.
FUENTE: Diócesis de Torreón
La evangelización en La Laguna desde años antiguos
Para el padre Javier Gómez Orozco y también cronista de la Diócesis de Torreón, la evangelización de la Comarca Lagunera comenzó a finales del siglo XVI, pues cuando Torreón no era siquiera una villa, los pobladores de aquel entonces acudían a las iglesias de San Pedro de las Colonias para satisfacer sus necesidades espirituales.
A partir de 1870 los pobladores ya escuchaban misa, se casaban o bautizaban en la parroquia de Nuestra Señora del Refugio, ubicada en Matamoros. Los sacerdotes Javier Gómez y Jesús de la Torre, trabajan desde un año en un libro que pretende documentar la historia de la evangelización en La Laguna desde años antiguos, es decir, antes de la creación de la Diócesis de Torreón.
En documentos que ambos proporcionaron a El Siglo de Torreón, se afirma que el padre Juan Agustín de Espinoza es considerado el gran evangelizador de la Región Lagunera en 1594, sin embargo, Santiago Garza Zambrano, primer obispo de Saltillo, fue quien inició la construcción de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe el 27 de septiembre de 1894.
La primera demarcación parroquial que se da en el interior de la futura Diócesis de Torreón es Viesca, creada como Viceparroquia de Santiago Apóstol el 25 de julio de 1731, y que se constituyó parroquia el 17 de abril de 1875.
El cinco de abril de 1875 se crea la parroquia de Nuestra Señora del Refugio en Matamoros. El territorio de la Diócesis de Torreón perteneció primero al Obispado de Guadalajara, después dependió de Durango, y posteriormente a Saltillo en 1891.
En 1892 se funda la parroquia de San Pedro Apóstol, y en 1896 la de San Antonio del Coyote. El nueve de septiembre de 1943 se crea la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Francisco I. Madero.
Don Santiago Garza Zambrano, primer obispo de Saltillo, erigió la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe el 27 de diciembre de 1894 y nombró al padre Pudenciano Villalobos su primer párroco, quien en 13 meses construyó el templo con donativos de comerciantes, agricultores, industriales, y hombres de trabajo, consagrándolo el 12 de octubre de 1895.
Apenas pasa la Revolución Mexicana y se inicia la construcción de lo que hoy se conoce como la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, que fue parroquia a partir de 1920. El 18 de octubre de 1930 se bendijo el templo del Perpetuo Socorro.
De esta manera los templos de Guadalupe, Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, son tres advocaciones marianas que generan la evangelización en Torreón, además el 17 de octubre de 1956, se erige la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, al oriente de la ciudad, que se pensó como un paso previo a la erección de la Diócesis de Torreón.
Fernando Romo Gutiérrez
Monseñor Fernando Romo nació en Guadalajara, Jalisco, el 18 de junio de 1915. Fue ordenado presbítero el 23 de marzo de 1940 en la Capilla Inmaculada Concepción del Colegio Pío Latinoamericano en Roma, Italia.
En 1952 el obispo de Saltillo lo pidió a la Arquidiócesis de Guadalajara para hacerse cargo del Seminario de esta ciudad como rector. El 31 de diciembre de 1957, el delegado apostólico en México, Luigi Raymondi, le notificó que el Papa Pío XII lo había elegido para ser el primer obispo de la futura Diócesis de Torreón.
El 20 de abril de 1958, un día después de la ejecución de la Bula de erección de la Diócesis de Torreón, en el templo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el padre Fernando Romo Gutiérrez recibió la Consagración Episcopal.
En marzo de 1984 sufrió una embolia que disminuyó sus capacidades físicas, por lo que recibió, en la persona de monseñor Luis Morales Reyes, un coadjutor con derecho a sucesión. El 18 de junio de 1990, al cumplir 75 años de edad, presentó su renuncia al Gobierno Pastoral de la Diócesis de Torreón, siendo desde entonces obispo emérito de Torreón.
El pasado 15 de diciembre de 2007, monseñor Fernando Romo Gutiérrez murió a los 92 años de edad, víctima de una complicación en el hígado. Tenía 17 años retirado, pero permaneció en la ciudad, cuyos fieles católicos acudieron a despedirlo en el templo de San José.
El obispo Romo murió en medio del año jubilar decretado el año pasado para conmemorar los 50 años de la Diócesis de Torreón y de la ordenación episcopal de Romo, que se cumplirían este 19 y 20 de abril de 2008.
Luis Morales Reyes
Don Luis Morales Reyes nació en Churumuco, Michoacán, el 5 de julio de 1936, es el cuarto y el menor de la familia que formaron don Mariano Morales y doña María Inés Reyes. Estudió en el Seminario de Tacámbaro y posteriormente en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el grado de Licenciado en Filosofía y Teología.
En Roma fue ordenado diácono en octubre de 1962, y presbítero el dos de diciembre de ese mismo año en las catacumbas de Priscila, por el obispo de Tacámbaro, don José Abraham Martínez Betancourt, a los 26 años de edad.
También hizo estudios de sociología en la Universidad Francisco Javier de Antigonish, Nueva Escocia, Canadá. Fue obispo de Burca y de Tacámbaro. También fungió como representante de la Región Pastoral Don Vasco en el Comité de la Conferencia Episcopal Mexicana, y miembro de la Comisión Episcopal del Clero.
El 26 de febrero de 1985, su Santidad Juan Pablo II lo nombra obispo coadjutor de Torreón, tomando posesión el 20 de abril de 1985, y el 27 de junio de 1990 asume el cargo de obispo titular de esta diócesis.
En su trayectoria, ha sido tesorero en la Conferencia del Episcopado Mexicano, también ocupó el cargo de vicepresidente de la CEM, y fungió como presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y gran canciller en la Universidad Pontificia de México.
El 20 de enero de 1999 el Santo Padre Juan Pablo II lo nombra II Arzobispo de San Luis Potosí; y toma posesión el 18 de marzo del mismo año.
José Guadalupe Galván Galindo
Monseñor José Guadalupe Galván Galindo actualmente es obispo de la Diócesis de Torreón. Nació en Cadereyta Jiménez, Nuevo León, el 21 de agosto de 1941. El ocho de septiembre de 1954 ingresó al Seminario de Monterrey, en donde hizo cuatro años de Humanidades y tres de Filosofía.
En el mes de septiembre de 1961 pasó al Seminario Pontificio de Nuestra Señora de Guadalupe en Montezuma, New México, Estados Unidos, y ahí hizo cuatro años de teología.
El 29 de junio de 1965 recibió la Ordenación Sacerdotal en la Basílica del Roble de manos del arzobispo Alfonso Espino y Silva, su misa fue en Cadereyta el día 6 de julio de 1965.
Fue nombrado vicario en la parroquia del Sagrado Corazón de la Ciudad de Monterrey, el día 7 de julio de 1965 y estuvo ahí hasta el mes de enero de 1974, pues fue trasladado a la parroquia María Madre de la Iglesia y se le encargó la construcción de la misma iglesia.
En el mes de septiembre de 1978 fue enviado al Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca, España, a tomar un curso de actualización teológica y litúrgica.
El 29 de junio de 1980 fue nombrado párroco del Santuario de Guadalupe de la ciudad de Monterrey, y el 24 de marzo de 1983 el Papa Juan Pablo II lo nombró prelado honorario, recibiendo el título de monseñor.
Es nombrado por Su Santidad Juan Pablo II en julio de 1994 como obispo de Ciudad Valles y es consagrado el día 10 de agosto de 1994, y el 12 de octubre de 2000 asume el cargo de obispo de Torreón.
