Así quedaron los espacios donde anteriormente había rampas para discapacitados.
La modernización del bulevar Miguel Alemán, en el tramo de la calzada J. Agustín Castro a la avenida Mina, concluida en junio mejoró la circulación vehicular pero terminó con las rampas para personas con discapacidad.
Antes en varias esquinas de las calles con las que colinda el bulevar había rampas para personas en sillas de ruedas, con andadores o ancianos que también eran usados por madres que llevan a sus hijos en carreolas. Después de la modernización, quien no pueda subir las elevadas banquetas nuevas tiene que andar por los costados de la vía.
Ahora entre la cordonería de las banquetas hay espacios donde anteriormente se encontraban las rampas, mismas que siguen sin ser construidas a pesar de que se incrementó el grado de dificultad para personas de grupos vulnerables que deseen subirlas pues la mayoría de las banquetas están más elevadas y fueron dañadas en los bordes.
Vías como Rayón, Abasolo, Trujano, Praga y Guanajuato tienen espacios más bajos en la cordonería pero no rampas. “No piensan en uno, no planean las obras para discapacitados sino para quienes tienen sus piernas y brazos fuertes”, dice José, quien usa silla de ruedas y forzosamente ha desarrollado una mayor habilidad para evadir obstáculos. “A veces no le queda a una de otra que arriesgarse”.
Al respecto, la Dirección de Obras Públicas admitió que actualmente está pendiente el equipamiento urbano en la zona donde se modernizó el bulevar Miguel Alemán ya que de esto no se encargaría la empresa constructora Pyrsa sino el Municipio por lo que aún falta por hacer rampas para discapacitados, dos pasos peatonales, señalización de velocidades y mejora de banquetas.