Para los locatarios del Mercado Gómez Palacio desde que terminó la temporada de Navidad las ventas no han vuelto a levantar.
El Siglo de Durango
Llaveros, ceniceros, playeras y plumas son los artículos más adquiridos en esta temporada vacacional por los turistas que visitan el Mercado Gómez Palacio. Aunque los comerciantes reconocen que no son muy altas las ganancias generadas por el turismo, pues son mínimos los artículos que consumen.
Margarita Beltrán tiene diez años en su local del interior del Mercado, reconoce que lo que va del año ha representado una temporada muy baja en cuanto a ventas se refiere. “Este año ha estado muy duro, desde que terminó la temporada de Navidad ha estado difícil. Por eso no sabemos cómo vaya a estar en Semana Santa”.
A pesar de que en el Centro Histórico comienzan a verse los primeros visitantes, las ganancias que representan los turistas para los comerciantes del Mercado Gómez Palacio no son tan considerables, pues lo que adquieren principalmente son artículos típicos para llevar de recuerdos a sus lugares de origen como llaveros, ceniceros, playeras, plumas y dulces, pero representan un consumo mínimo.
“Normalmente sí son buenas las ventas en Semana Santa en comparación a la primera parte del año, pero la mejor temporada es en vacaciones de verano. Porque mucha gente vino en diciembre y ya nos consumió, prefieren esperarse a tener más dinero a mitad de año”, expresó Guadalupe Díaz, comerciante de artesanías.
HAY QUIENES VENDEN MENOS
Aunque hay quienes consideran que esta temporada vacacional no beneficia en nada sus ventas, pues años anteriores les han dejado como experiencia que el turismo no consume lo que los residentes de la ciudad lo hacen en temporada laboral. “Al contrario, bajan mucho las ventas. Hay gente que se prepara antes de salir a vacaciones y viene a hacer algunas compritas para llevar a donde van a ir. En cambio los turistas vienen pero se llevan cualquier llaverito y no son buenas ventas”, argumenta Javier Frías, quien se dedica a vender playeras de recuerdo en el interior del mercado.
ALGUNOS SE QUEJAN DE LAS OBRAS
Incluso hay comerciantes que dicen haber sido perjudicados por las obras de cambio de tubería que se realizan en los pasillos del Mercado Gómez Palacio desde el pasado mes de diciembre, argumentando que “el polvo no nos deja trabajar, hay veces que tengo que cerrar hasta dos días porque apenas saco la ropa y ya se me llenó de tierra otra vez”, menciona Javier Frías. “Aparte hay olores muy feos, uno no se acostumbra aunque lo sobrelleva. Pero la gente que viene de fuera ya lo que quiere es salirse del Mercado porque huele muy mal”, agregó Guadalupe Díaz.
Es así como los comerciantes del Mercado Gómez Palacio se encuentran a expensas de lo que el turismo les depare, aunque las expectativas que tienen son inciertas pues han sido víctimas de la crisis económica que los ha afectado la primera parte del año y la Semana Santa podría representar para ellos un aliciente para sobrellevar sus ventas.