Con motivo de la visita de la presidenta de la India, señora Pratibha Devisingh Patil, el presidente Felipe Calderón ha señalado que México está listo para buscar una asociación privilegiada con ese país a fin de fomentar el intercambio en materia educativa, cultural, comercial y tecnológica y así, “aprovechar la “oportunidad histórica de llevar las relaciones entre los dos países, a una nueva etapa”.
México e India tienen amplias perspectivas de crecimientos económicos sólidos. La India aspira al 8% este año, mientras que México superando aletargamientos, prevé crecer a un casi 4% en 2008.
Los países industrializados no pueden ofrecer ritmos de crecimiento tan altos como los de los emergentes. Estas son las razones por las que Goldman Sachs ha afirmado que México, al lado de la India, China, Brasil y Japón, Rusia, Corea y Turquía, forman el grupo más dinámico del mundo emergente de 2030. Para 2050, las cinco economías más importantes serán Estados Unidos, Japón, India, Brasil y México. Considero que desde ahora México está incluido en ese grupo sin tener que esperar tanto.
No podemos soslayar el hecho de que nuestro país representa un escenario muy atractivo para las inversiones indias y extranjeras en general, que ven a México como un lugar seguro para invertir.
En primer lugar, somos la novena economía mundial, con un PIB en 2006 de 1,134,000,000 MN y tenemos un ingreso per cápita de 7,870 USD que es el más alto de la región. Por otra parte, nuestra estabilidad económica y financiera ha venido fructificando en términos de inversiones que nos llegan del exterior. En el tercer trimestre de 2007 las nuevas inversiones fueron de más de 18,400’ USD. Este hecho es reflejo de que tenemos, según lo señala Standard and Poor’s y Fitsch Ratings, la tasa de riesgo de inversión más baja de América Latina. Además la Bolsa Mexicana de Valores se encuentra entre las más redituables del mundo.
Somos el importador y exportador más grande de América Latina y el séptimo exportador mundial. El comercio exterior está relacionado con nada menos que el 60% del PIB.
Actualmente las ventas mexicanas a la India son del orden de 1,023,083 millones de dólares En tanto que nuestras compras a ese país son de alrededor de 1,207,552 millones. El crecimiento bilateral de 23.5% entre 2006 y 2007, significativamente mayor que el aumento de 9.7% en el comercio total de México, ha sido particularmente marcado por las exportaciones mexicanas a la India que crecieron en ese lapso nada menos que en un 50.4%. Este porcentaje fue mucho mayor que el 8.8% del aumento de las exportaciones totales del país. El simple intercambio de productos y servicios, es apenas el primer peldaño de nuestras relaciones económicas.
Estas cifras pueden aumentarse considerablemente si se enriquecen conformando proyectos programas de producción conjunta, (joint ventures) comenzando por incorporar a los productos que elaboramos, los ingredientes e insumos que convengan para competir mejor en calidades y precio. Este paso es más completo que el de simple ensamblaje o confección.
Existe una forma más segura de aumentar y consolidar la relación económica empresarial entre nuestros dos países, más allá de los proyectos mancomunados o joint ventures. Esto es, vinculándonos como socios, ambos invirtiendo capitales y tecnologías en nuevas empresas para así compartir los mercados que conquistemos juntos. Esta es, por cierto, la mejor manera de afrontar la competencia leal o desleal que nos presenta la globalización.
Podemos utilizar nuestro poder creativo para imaginar, diseñar y producir nuevos artículos y servicios para responder a las necesidades ingentes de nuestras poblaciones que esperan solucionar necesidades básicas tan simples como servicios logísticos que lleven a tiempo y en buenas condiciones, a su destino, los productos alimenticios o entregar medicinas y equipos de salud.
Por lo que a México se refiere, la estrategia del Gobierno enfocada al futuro se dirige a potenciar los recursos humanos y materiales. Los ejes estratégicos de infraestructura, servicios financieros, educación, energía y transportes son los que respaldan las metas del Gobierno para que se cumplan las del Milenio, cuyo logro constituye la respuesta a las exigencias sociales para eliminar la pobreza, la ignorancia del mundo y más directamente, al interés de los empresarios dentro de un escenario de seguridad y crecimiento general.
La comunidad empresarial, nacional al igual que la extranjera, encuentra aquí un potencial inmenso no solamente de mercado sino, lo que más importa, de mano de obra por calificar y emplear. No hay que olvidar que a medida que avanzan los efectos de los programas sociales, se va formando una clase media que da y requiere servicios de todo tipo.
Si la India tiene una posición altamente estratégica en toda el área de Asia Central, incluyendo los países del Sureste asiático y los países del Golfo, México, gracias al TLCAN ofrece al empresario indio la entrada libre de impuestos a Canadá y Estados Unidos. Hemos suscrito también varios acuerdos de Libre Comercio con las regiones del Caribe, Centro y Sud América. Los productos que integren el contenido zonal requerido entran libres de impuestos a esos países, lo cual en sí es ya una gran ventaja competitiva.
Nuevas inversiones y joint ventures significa crear empleos, dar trabajo a los millones que esperan capacitarse, no para engrosar las filas de los desocupados por las exigencias de la demanda de reducción de costos laborales o en aras de la eficientización, sino para ser empleados en verdaderos puestos de trabajo que vayan desde los oficios y especialidades que se requieren en el campo y en las fábricas que hay que atender con seres humanos correctamente adiestrados y no suplirlos con robots.
La trascendencia de la labor del empresario fue durante todo el siglo XX la de explorar y realizar el potencial de los recursos. Ahora, en el XXI, gracias a la intercomunicación y acción ilimitada de la globalización, puede expandir a horizontes que sólo la imaginación limita, para acoplar recursos y con ellos crear bienestar general.
En este momento de la historia el empresario es corresponsable del desarrollo económico y social y de la paz. El empresario indio, al igual que el mexicano, sabe muy bien la importancia de un entorno político que procura la vigencia de la democracia y la concordia social. Este elemento hace particularmente distintiva la relación que se establece entre ellos que comparten visiones semejantes cuando se trata de su relación de respeto recíproco en sus relaciones con la autoridad gubernamental.
No sólo de pan vive el hombre, según lo dice un viejo aforismo. El progreso sin bienestar queda hueco, carece de sentido, provoca división y no unión. Los intercambios políticos y culturales entre India y México profundizan nuestra relación dentro del camino del bienestar y la dignidad de nuestros pueblos.
Coyoacán, abril de 2008.
juliofelipefaesler@yahoo.com