Sólido pitcheo de Pablo Ortega y un oportuno bateo de poder de sus compañeros permitió a la selección mexicana de beisbol derrotar ayer sábado a Brasil en la Copa América de la especialidad, por paliza de 12-2.
El partido se acortó a siete entradas ya que se aplicó la regla que dice que al haber 10 o más carreras de diferencia en la pizarra a favor de alguno de los contendientes se decreta el “nocaut”, en esta ocasión a favor de México.
La novena tricolor atacó desde el inicio mismo del cotejo a los serpentineros brasileños y en el primer inning timbraron en par de ocasiones gracias a panorámico cuadrangular de Agustín Murillo con un compañero en las almohadillas.
El cuadro “azteca” amplió la ventaja a 3-0 en el tercer capítulo, cuando Sergio Presichi, quien se había embasado por un pelotazo, llegó a la registradora gracias a un imparable productor de Sergio Contreras, y sentenció el duelo en el cuarto rollo con ataque de nueve anotaciones.
Carlos Valencia e Iker Franco ligaron sencillos para que Oswaldo Morejón llenara la casa al negociar pasaporte. Eduardo Arredondo remolcó la primera “de caballito” con base por bolas y Agustín Murillo empujó dos más con doblete, Iván Terrazas remolcó otras dos con estacazo de dos esquinas.
Luis Alfonso García envió a Terrazas con la sexta carrera de la entrada con imparable productor, Christian Presichi mantuvo la ofensiva mexicana al batear jonrón de dos rayitas para elevar la ventaja 11-0 y Carlos Valencia culminó la ofensiva con cuadrangular solitario, que dejó los cartones 12-0.
Los brasileños lograron quebrar la blanqueada en el sexto inning al timbrar en dos ocasiones, esto gracias a un tablazo de cuatro esquinas por todo el jardín izquierdo de Juan Carlos Fujince, que dejó los cartones 12-2 a favor de México.
La victoria fue para Pablo Ortega en labor de cinco entradas, en las que no permitió carrera, espació cuatro hits, ponchó a cinco, regaló un pasaporte y golpeó a uno, mientras el descalabro se le cargó al también abridor Andre Rienzo.
