En el barrio de Tepito operan los grandes laboratorios especializados en la copia de los más recientes títulos, los más taquilleros de todo el mundo. (Archivo)
Una película recién estrenada en México es copiada ilegalmente y en cuestión de minutos su distribución se hace hasta Rusia, China, España, y Brasil.
De las salas de cine a Tepito y de este legendario barrio para el mundo en tan sólo 24 horas. Una película recién estrenada en México es copiada ilegalmente y en cuestión de minutos su distribución se hace hasta Rusia, China, España, y Brasil, lo que convierte a nuestro país en uno de los mercados más poderosos de “piratería”.
La industria cinematografía representada a través de la Motion Picture Association (MPA) ubica a México en primer lugar en cuanto a pérdidas originadas por la copia ilegal de producciones que se venden en el mercado ilegal y ubica al barrio bravo de Tepito como uno de los nichos más importantes para que se desarrolle este fenómeno que representa cerca de 500 millones de dólares anuales en pérdidas.
La “piratería” de cintas recién estrenadas en las salas del país es una práctica ilegal, imparable, controlada por al menos cinco redes dedicadas a esta actividad en territorio mexicano, encabezando la lista los cines del Distrito Federal, Nuevo León y Guadalajara, Jalisco.
Lucía Rangel, vicepresidenta de las acciones Antipiratería para América Latina y Asia de Warner Brothers Studios, explicó la situación por la que atraviesan las industrias cinematográficas que gastan millones de dólares en las grandes producciones para que una vez en México el material sea plagiado y distribuido a los mercados de Europa y Asia.
“Si comparamos a China con México, la situación en México es peor porque ustedes tienen estos mercados muy grandes como Tepito y San Felipe de Jesús, así como en Guadalajara y Puebla”, dice.
Reconoció el apoyo que brindan las autoridades federales de la Procuraduría General de la República (PGR) para proteger los derechos de autor.
“La PGR nos ayuda muchísimo, siempre colabora, es una de los prioridades de ellos, realizan operativos en Pericoapa y en Lomas Verdes, pero todo el material regresa el día siguiente. Cuando el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, empezó su Administración, él se comprometió a limpiar el Centro Histórico de la ciudad, fue muy bueno, estábamos todos encantados, pero las acciones se paran y ellos regresan”, detalló.
Caso especial es el fenómeno que ocurre en el barrio de Tepito, donde operan los grandes laboratorios especializados en la copia de los más recientes títulos, los más taquilleros de todo el mundo.
“En Tepito tenemos que limpian los depósitos y en 20 minutos de nueva cuenta están allá. Es difícil tener todo limpio y que no regresen. Para lograr el control tienen que colaborar los federales, estatales y municipales”, señala.
El delito también es agudo en países como Tailandia y China, “pero ya no están en la calle, en plena vía pública, en la cara de la Policía como en México. En Brasil, la Policía circula cada 20 minutos, es mejor porque no les da tiempo a instalar de nueva cuenta su tienda”.
La Motion Pictures Association hizo un estudio en 2005 que puso a México como el número uno de pérdidas con 483 millones de dólares, lo colocó como el primer país del mundo en pérdidas por la “piratería”.
La MPA representa a los seis productores de obras audiovisuales más importantes y poderosos del mundo tales como: Warner Brothers, Universal Internacional Films, Paramount Pictures, Buena Vista International (Disney), Columbia TriStar y Twentieth Century Fox Internacional Corporation,
Robert Pisano, presidente de la MPA, explicó que uno de los puntos más importantes para combatir la “piratería” en México es lograr la modificación a la Ley actual para lograr que el camcording, grabaciones con videocámaras en salas de cine, se considere un delito grave.
Desde sus estudios en la ciudad de Sherman Oaks, California, Estados Unidos compartió los esfuerzos que se hacen a nivel internacional para frenar la distribución de las cintas no autorizadas por todo el mundo, que no pagan los derechos y echan por la borda el trabajo de miles de empleados de la industria.
El representante de la MPA en México, Federico de la Garza, dijo que desde 2006 se propuso una reforma al Código Penal para establecer que la grabación de películas no autorizada con cámaras en cines debe considerarse un delito grave, con una pena de tres a 10 años, además de una multa.
No titubea para acusar que los grupos delincuenciales, incluso del narcotráfico, están detrás de esta actividad que genera ganancias millonarias.
Para ello se trabaja, dijo, con los diputados y senadores mexicanos haciendo conciencia del grave daño de que los delincuentes “piratas” se roben las películas directamente de las pantallas para después distribuirlas en línea a través de Internet.
Para lograrlo se buscan la consolidación del proyecto de Ley de Televisión Antipiratería, así como las enmiendas a la Ley Cinematográfica para prevenir la importación paralela de películas y a la Ley de Derechos de Autor, así como el proyecto de Ley de Copias Privadas.
Y es que en México, cuando se detiene a un “pirata”, es necesario que la víctima presente y promueva una denuncia para que las autoridades puedan llevarlo a prisión.
Los Camcording
Ingresan como un aficionado más. Oculta en la bolsa o caja de palomitas ingresan una pequeña cámara de video que instalan y ponen en funcionamiento al interior de la sala una vez que inició la película para iniciar su grabación.
Es el camcording o “pirata” de sala, que graba los contenidos de las películas para después distribuirlos por todo el mundo a través de Internet.
A través de equipos de Inteligencia, la MPA puede rastrear en qué sala de cine de México o el mundo se copió la película pues las cintas tienen un sello de agua oculta, que sólo los especialistas pueden observar y saber cuál de los distribuidores permitió la copia.
Carlos Sánchez, director en Latinoamérica de los esquemas de distribución de Warner Bros, explicó que se buscan alternativas para que los cinéfilos puedan bajar las películas a un costo accesible a través de portales de Internet seguros en los que podrán adquirir las cintas con la calidad original y espacios oficiales donde reclamar.
“Por eso intentamos dar al consumidor la opción legítima de bajar las películas originales, con calidad, va a tener las buenas, de sitios que no tienen virus o que son proveniente de camcording”, detalló Sánchez.
“El ‘pirata’ no paga nada. No podemos competir con ellos. La capacidad de gente que está atrás de las producciones no se compara con los costos ceros que da como precio el ‘pirata’. Es sólo subirse a Internet, no se requiere de una gran infraestructura. Hay redes de camcording en México, no son muchas pudieran ser unas cinco en Nuevo León, Guadalajara”, apuntó Lucía Rangel.