Mentiras Contagiosas es el nuevo libro de Jorge Volpi, director del Canal 22. (El Universal)
El escritor Jorge Volpi dice que es como cualquier novelista para quienes la mentira es una gran satisfacción.
El escritor mexicano Jorge Volpi defendió el valor de la novela en las sociedades actuales porque con ella se construyen ficciones basadas en “mentiras” que a su vez permiten “demostrar que la condición humana es universal”.
“A diferencia de muchos autores que dicen que es un placer escribir novelas porque (éstas) no sirven para nada, yo estoy radicalmente en desacuerdo”, dijo en entrevista Volpi (Ciudad de México, 1968).
El escritor presenta estos días en México una colección de ensayos titulada Mentiras Contagiosas (Páginas de Espuma, 2008) donde reflexiona sobre la ficción con ironía y abundantes elementos lúdicos.
El libro reúne algunos ensayos muy recientes y otros escritos de hace diez años que forman una reflexión sobre este género literario y sobre la mentira como auténtico motor de la ficción.
“Para cualquier novelista mentir es un gran placer. Lo que hace un novelista siempre es mentir o decir medias verdades, que en realidad también son mentiras”, dijo Volpi.
En los ensayos el escritor realza entre las “funciones positivas” de la mentira que sirve para construir ficciones, “particularmente la ficción literaria”, desde la cual se hace reflexionar al ser humano.
“Como dicen muchos novelistas, como por ejemplo (Mario) Vargas Llosa, a partir de esas mentiras surgen nuevas verdades, que es lo que realmente importa”, apuntó.
En cierto sentido la obra rinde tributo a escritores como Guillermo Cabrera Infante, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Sergio Pitol, Roberto Bolaño o Juan Rulfo, de quien recuerda que era un maestro en responder a las preguntas que se le formulaban “siempre de modo distinto”.
Para Volpi el enorme valor esencial de la novela estriba en que permite “experimentar durante ciertos momentos lo que significa ser otro, prever la propia conducta en situaciones imaginarias” y pensar en “qué habríamos hecho en situaciones hipotéticas”.
“Por un momento uno se mete en la piel, la mente, la conciencia de otro u otros individuos, el novelista, los personajes, y permite justamente demostrar que la condición humana es universal”, indicó.
El escritor, cuya última novela, No Será la Tierra (2006), giró en torno al ocaso de los regímenes comunistas totalitarios europeos, recordó que han sido muchos quienes han sido tentados a prohibir o censurar cierto tipo de literatura desde hace siglos.
Esa intención “estaba ya un poco presente desde tiempos de Aristóteles en La República, expulsando a los poetas, está presente ahí como un desafío, incluso totalitario. Lo hemos visto en muchos casos, como en la extinta Unión Soviética”, recordó.
Volpi adelantó además que en octubre publicará bajo el sello de Alfaguara una nueva novela, El Jardín Devastado, que será un regreso a sus primeros libros, menos conocidos o no publicados fuera de México.
Entre las peculiaridades de este relato breve destaca que ha sido escrito a mano, como las dos primeras que lanzó cuando tenía apenas veintidós años.
“Es algo muy distinto a lo que he hecho, una novela muy breve, fragmentaria, que combina ficción y memoria”, concluyó.
Además del nuevo libro de ensayos Volpi es autor de En busca de Klingsor (1999), La Paz de los Sepulcros (1995), El Fin de la Locura (2003), A Pesar del Oscuro Silencio (1993) y Días de Ira (1994).