Los visitantes se afanaban en hacer lucir las tumbas de sus seres queridos.
El 2 de noviembre es un día lleno de contrastes en el Panteón Municipal. Algunas tumbas lucen hermosos arreglos florales y recién pintadas; otras sirven como escalones y parte del trayecto de miles de visitantes; ya no tienen cruz, está ladeada o incluso de cabeza. Hay difuntos de los que ya nadie se acuerda.
Así como hay una Rotonda de Hombres Ilustres en el campo santo, también existe una cantidad considerable de sepulcros que no tienen a nadie que los visite, los asee y lleve flores. Sus inquilinos saben que hay fiesta, pero también que no es para ellos.
Millares de personas abarrotaron los pasillos y accesos del panteón; todos formaban parte de una gran masa humana, en la que nadie andaba sin su sombrero, cachucha, gafas oscuras y sombrilla.
Aun con la gran cantidad de gente que acudió al cementerio, en cada tumba se desarrollaba una historia diferente, algunas de las cuales resultaban muy conmovedoras, pues los arreglos florales eran regados con lágrimas.
“La muerte es lo más normal de la vida y, sin embargo, nunca deja de dolernos”, dijo doña Eva Martínez de Rojas, quien desde muy temprano llegó al panteón a visitar la tumba de sus abuelos, padres y el hijo único que se le fue de las manos cuando apenas tenía 16 años.
Hay quien dice que no hay lágrimas más sinceras que las de una madre por su hijo, pero al ver tal cuadro no queda más que creer que es verdad, pues la señora Martínez llora a su hijo como si lo hubiera perdido ayer, a pesar de que han pasado 17 años de su fallecimiento.
No es porque sea Día de Muertos la única razón por la que doña Eva acude al panteón, pues visita a sus seres queridos una vez por mes, cada quince días o hasta una vez por semana, “no puedo dejar de venir a ver a m’ijo de mi vida”, dijo al dar un sentido suspiro.
Recuerda que desde los siete años la llevaban a visitar a sus abuelos al panteón, pero ahora es su “hijo del alma” el principal motivo por el que acude al campo santo.
La gente escuchaba con nostalgia la música del tradicional mariachi y pedía las canciones favoritas de sus seres queridos, mientras adornaban con flores y veladoras los sepulcros, en tanto que otros elevaban plegarias y sollozaban en silencio al traer a sus mentes viejos recuerdos.
Había quienes con mucho cuidado pintaban de blanco las tumbas de sus seres queridos; otros las limpiaban a detalle, pendientes de que sus hijos no se alejaran mucho por temor a que se perdieran entre la multitud.
OPERATIVO POLICIACO
Protección Civil implementó un dispositivo en el que movilizó 25 elementos, seis unidades de auxilio y tres cuatrimotor; la Cruz Roja participó con 30 socorristas, Seguridad Pública con 50 agentes policiales y 50 elementos de Tránsito.
En el caso de Protección Civil, se emprendieron acciones preventivas desde hace un mes, con la erradicación de alrededor de 30 enjambres de abejas, con la finalidad de evitar que se presenten ataques de estos insectos como años anteriores, mencionó el comandante Gustavo Paredes.
Dijo además que desde el pasado 1 de noviembre se iniciaron acciones para revisar que las tomas de electricidad e instalaciones de gas fueran correctas, para así evitar cualquier tipo de percance en los 350 puestos que cuentan con tales características.