La agencia de refugiados de las Naciones Unidas dijo que recibió información de que unas 50 mil personas fueron expulsadas de los campamentos y asentamientos en áreas controladas por los rebeldes. (AP)
Miles de refugiados en el este del Congo iniciaron este viernes el retorno a sus viviendas a pie, tratando de aprovechar un cese del fuego mientras enviados estadounidenses y de Naciones Unidas unían esfuerzos para hallar una solución al conflicto.
Las fuerzas del rebelde Laurent Nkunda controlaban los retenes en las afueras de Goma, la capital de la provincia oriental donde el miércoles se detuvieron y propusieron la tregua después de un aumento de los combates esta semana. Los rebeldes dicen que desean un cese del fuego a fin de permitir el acceso de ayuda humanitaria a los habitantes del lugar y el regreso de los refugiados a sus pueblos.
Decenas de miles de personas huyeron de sus viviendas a fin de ponerse a salvo de los combates entre el ejército del Congo y los rebeldes se desbandaron en busca de refugio en toda la región, en un esfuerzo por mantener juntas a sus familias.
La agencia de refugiados de las Naciones Unidas dijo que recibió información de que unas 50 mil personas fueron expulsadas de los campamentos y asentamientos en áreas controladas por los rebeldes cerca del pueblo de Rutshuru.
Los refugiados "necesitan desesperadamente ayuda", dijo el director de la agencia, Antonio Guterres, en Ginebra, Suiza.
Los reporteros de Associated Press siguieron la larga fila de andrajosos refugiados, y pasaron cerca de los cadáveres de soldados en las afueras de la capital sitiada. Mujeres con los rostros sudorosos cargaban bultos con sus pertenencias mientras llevaban a sus pequeños hijos sentados en el cuello.
"No hemos comido nada en tres días", dijo Rhema Harerimana, que caminó cinco días en su huida. Se hallaba de regreso a Kibumba, a 28 kilómetros de Goma.
"No hay refugio, ni comida", señaló. "Mi única opción es regresar a casa", agregó.
