Dirigiéndose a todos los rotarios de México y ciudadanos responsables nuestro expresidente de Rotary International, Frank J. Devlyn, en estos momentos tan difíciles para la sociedad mexicana nos encarece con las siguientes palabras:
“La Comisión de los Derechos Humanos, ya publicó un desplegado que envió a la Cámara de Diputados y Senadores de la República Mexicana, así como a la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación, al Secretario de Seguridad Pública, al Procurador General de la República; así como a instituciones como Coparmex, la Asociación de Tiendas de Autoservicio y Departamentales A.C., otras asociaciones más que ya lo han hecho y los rotarios hemos hecho sentir nuestro respaldo de que haya seguridad en todo nuestro querido país, México. Sí, que se acabe definitivamente con los secuestros y crímenes masivos, los robos impunes, que se dé fin al narcotráfico y la delincuencia organizada, que se tomen acuerdos en las reuniones de los clubes rotarios y publicar y enviar las protestas a estas dependencias tal como lo ha hecho hasta hoy la Comisión de los Derechos Humanos, que dice:
“LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, asume y comparte la preocupación de la sociedad mexicana, por el deterioro de la seguridad pública en nuestro país, uno de los Derechos Humanos reconocidos tanto por los textos constitucionales nacionales como internacionales, particularmente por el incremento de los casos de secuestro, con el imperdonable homicidio de las víctimas.
En especial recoge la indignación social por el irracional secuestro y homicidio del joven Fernando Martí Haik, a cuya familia expresa sus más sentidas condolencias y a las cuales se unen todos los rotarios de México.
Si la inseguridad y la violencia han rebasado a nuestras autoridades y ponen en peligro la integridad de nuestras familias y el futuro del país.
Si al descuidar la Seguridad Pública, el Estado pone en peligro varios derechos fundamentales de los ciudadanos, como el Derecho a la Vida, el primero de los Derechos Humanos, así como los Derechos a la Integridad Personal, al Patrimonio Familiar y a una vida libre de violencia, entre otros. ¡Cómo es posible que seamos el país número uno en secuestros!
Como ciudadanos levantamos nuestra más enérgica protesta por la impunidad como actúan las bandas delictivas en México, la sociedad no quiere discursos, sino exige responsabilidades asumidas que conduzcan a resultados y avances progresivos en materia de seguridad pública y si no pueden cumplir los funcionarios con su deber, que renuncien”.
Si ¡Ya basta! Pues una de las principales finalidades del Estado, es garantizar la seguridad pública, pues sin ella el Estado pierde sentido y justificación.
Alfredo Harp Helú y Ma. Isabel Grañen Porrúa, dijeron:
“México no merece esta realidad ni que la vivan las futuras generaciones, es urgente un cambio, la impotencia invade a la sociedad civil, unámonos para exigir que nuestras autoridades de los tres poderes de la unión, de los estados y municipios, trabajen decidida y coordinadamente contra la delincuencia y a favor de la seguridad de las personas, para que en un corto plazo todos los ciudadanos recuperemos la tranquilidad”.
Si ¡Ya basta! En la marcha que se llevó a cabo el día 30 de agosto de este año 2008, ni la lluvia, ni la hora, ni el miedo al crimen inhibieron a decenas de miles de ciudadanos para tomar las calles de varias ciudades del país y cumplir la proeza de iluminar la noche. No fueron necesarios los discursos ni las consignas para dejar bien claro que tanta impunidad ya cansa.
Los organizadores de la expresión ciudadana contra la delincuencia planearon una marcha silenciosa, pero lograron dar voz a miles de asaltados, robados, secuestrados, extorsionados y defraudados, todos paso a paso con sus gritos, prendieron una luz como esperanza para un país más seguro.
“HAGAMOS LOS SUEÑOS REALIDAD”.
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