Me habría gustado conocer a Ulysses S. Grant, decimoctavo presidente de los Estados Unidos.
Militar, muy joven todavía, participó en la guerra contra México. Años después escribió: "... Esa guerra es uno de los más injustos ataques que ha perpetrado una nación fuerte contra una débil. Ahí nuestra república siguió el pésimo ejemplo de las monarquías europeas, que hacen a un lado la justicia en su ambición por adquirir más territorio...".
Grant, el vencedor de la Guerra Civil, pensó siempre que la contienda entre el Norte y el Sur, causa de tanta muerte y destrucción, había sido "un castigo de Dios por los pecados que los Estados Unidos cometieron contra México".
Algunos pondrán en entredicho esa visión religiosa de la Historia. Sin embargo en nuestros tiempos hemos visto otros pecados cometidos por aquel país, y hemos visto también las duras penas que por ellos ha pagado. A lo mejor, haciendo a un lado toda teología, hay otra justicia más allá de la imperfecta justicia de los hombres, a veces tan injusta.
¡Hasta mañana!...
