En uno de sus artículos, tan bien pensados y tan bien escritos, Jacobo Zabludovsky mencionó el nombre "Carlos", y dijo que algo especial debe tener el nombre tal, pues lo llevan personas muy ilustres.
Mi hermano menor -"mi hermanito", se dice en Campeche y Yucatán para aludir al menor de los hermanos, sea su edad cual fuere- se llama Carlos, y es el hombre más feliz, más contento y alegre que conozco. Él dice que su nombre está investido de realeza, porque las letras que lo forman corresponden a seres o a cosas que tienen la majestad de reyes y de reinas:
C de Cristo, el Rey de los hombres.
A de águila, la reina de las aves.
R de rosa, la reina de las flores.
L de león, el rey de la selva.
O de oro, el rey de los metales.
S de sol, el rey de los astros.
Tiene razón don Jacobo: el nombre Carlos lo llevan personajes muy ilustres; entre ellos -el más ilustre, pienso yo- mi hermano Carlos. Mi hermanito.
¡Hasta mañana!...