HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Adán preguntó a Dios:
-Señor: ¿por qué me hiciste? ¿Por qué creaste al hombre?
Respondió el Augusto:
-La verdad, me aburría un poco. Pensé que si te daba vida ya no me aburriría.
-Y dime -volvió a inquirir el hombre-: ¿por qué hiciste a la mujer?
Respondió el Señor:
-Sinceramente, me aburriste muy pronto. El hombre -todos los hombres- son bastante aburridos. Entonces pensé que si creaba a la mujer ya no me aburriría. Y acerté: desde que hice a la mujer ni tú ni yo nos hemos aburrido ya.
Las demás criaturas del universo oyeron el diálogo entre el hombre y Dios, y desearon de todo corazón que el Creador ya no volviera a aburrirse nunca más: quién sabe qué otras rarezas se le ocurriría hacer para disipar su aburrimiento.
¡Hasta mañana!...