Variación opus 33 sobre el tema de don Juan
Al final de su vida don Juan mostraba siempre una sonrisa que le daba luz, y que también daba luz a los demás.
Alguien le preguntó, intrigado:
-¿Por qué sonríes así? No tienes bienes de fortuna. Ni en fincas ni en dineros eres rico. Vives solo, y padeces achaques corporales y del alma. ¿Por qué, entonces, sonríes igual que si estuvieras en plena posesión de la felicidad?
Respondió el gran amante:
-Es cierto lo que dices: no soy rico; no gozo de compañía alguna, y mi salud ya no es cabal. Pero algo tengo en abundancia, y eso es lo que me hace sonreír: tengo recuerdos.
Al decir eso don Juan sonreía, y su sonrisa era una luz que iluminaba su vida y la de los demás.
¡Hasta mañana!...