HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo al hombre.
Después, ya con más práctica, hizo a la mujer.
Cuando Adán vivía solo todo le resultaba indiferente.
Veía sin emoción las maravillas que Dios había creado para él.
Pero cuando el hombre vio a la mujer todo cambió.
El corazón de Adán empezó a latir aceleradamente. La belleza de Eva puso en él deseos y ansias que nunca había conocido. Su pulso enloqueció; la sangre corrió más aprisa por sus venas, y la temperatura de su cuerpo subió por efecto de aquella ardiente sensación.
Fue así como empezó el sobrecalentamiento del planeta.
¡Hasta mañana!...