HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO.
¡Qué hermosa era la bóveda del cielo! Profundamente azul, parecía el espejo del mar sobre la tierra.
A Eva, sin embargo, no le gustó el cielo.
-¡Azul, azul siempre! -se quejó-. ¡Qué aburrido!
Debiste darle variedad, Señor. ¿Qué te costaba hacer que el cielo fuera gris el lunes; verde el martes, amarillo el miércoles, morado el jueves, rojo el viernes, azul el sábado y de todos colores el domingo?
Así habríamos tenido siete cielos, en vez de uno nada más.
El Señor suspiró y dijo al hombre:
-Me temo, Adán, que a la mujer ni tú ni Yo vamos a darle gusto nunca.
¡Hasta mañana!...