Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

MIRADOR

ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

Las ramas de los manzanos se doblan con los frutos de púrpura, o las espigas se inclinan con su carga de trigo. La cosecha se ofrece, cercana y abundante. Pero de pronto aparece una nube negra sobre el monte y deja caer sobre los huertos y las mieses su inexorable artillería de granizo. Todo queda arruinado, y el futuro se vuelve incertidumbre en todo, menos en la pobreza cierta. Se desesperan los hombres; lloran las mujeres.

Don Abundio, el más viejo del rancho, apunta con el dedo hacia el cielo y dice con reposada voz:

-Lo hizo quien puede.

Luego, el siguiente año, los árboles vuelven a echar sus flores y sus frutos, y otra vez el trigal se hace olas doradas bajo el sol. Y entonces sí, los hombres recogen el premio a sus fatigas, y en el corro se jactan de su acierto en la poda, en la lucha contra las plagas, en la labor constante de las tierras.

Don Abundio apunta otra vez con el dedo hacia el cielo, y dice con su voz de reposo:

-Lo hizo quien puede.

Yo quisiera ser dueño de esa sabiduría, la única que vale, que ante el infortunio, lo mismo que en el tiempo feliz, levanta la mirada al cielo y dice con el manso sosiego de la serenidad:

-Lo hizo quien puede.

¡Hasta mañana!..

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 367714

elsiglo.mx