HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo el mar. Lo encontró de tal manera majestuoso, tan imponente y lleno de grandezas, que pensó que debía hacer algo más tranquilo.
Entonces hizo un río. Pero las caudalosas aguas, que corrían con precipitación hacia el abismo, lo decidieron a hacer algo distinto.
Hizo entonces un lago el buen Señor. Las sosegadas aguas, en su quietud tranquila, reflejaron las nubes en el cielo, los árboles de la ribera, el azul perfil de la montaña.
Vio aquello Adán y dijo emocionado:
-¡Señor, qué hermoso lago hiciste!
Vio aquello Eva y dijo agradecida:
-¡Señor, qué lindo espejo!
¡Hasta mañana!...