Don Abundio tiene una teoría: dice que los animales saben más que nosotros.
Hay un hombre en el Potrero al que no quiere nadie, quizá porque él a nadie quiere. Tiene una perra, y la maltrata siempre a pesar de que es su única compañía. Si el pobre animal está con él es sólo por esa fidelidad perruna que no conocemos los humanos.
Hace unos días parió la perra. Y he aquí que una mañana mi esposa oyó que alguien movía la puerta de la casa. La abrió y vio a la perra. Fue ésta, trajo a los cuatro cachorros que había parido y los puso a los pies de mi mujer. Era una madre que entregaba sus hijos a otra madre. Ella los cuidaría y les daría buen destino. El hombre ruin que era su dueño seguramente los echaría al arroyo.
Le conté a don Abundio lo que había pasado.
-Le digo, licenciado -comentó él-. Los animales saben más que nosotros.
¡Hasta mañana!...