“Si Tú me dices ven, lo dejo todo...”, escribió Amado Nervo.
Por mucha gracia que eso tenga -y tiene mucha-, no tiene mucha gracia.
También yo lo dejaría todo si Él me dijera: “Ven”.
Lo difícil sería dejarlo todo si Él me dijera: “Ve”.
“Ven” es invitación a ir hacia arriba, hacia Él. Y todos queremos ir a Dios
“Ve”, en cambio, es una orden que nos mueve a ir hacia nuestros hermanos, a servirlos, a compartir con ellos trabajos y dolores.
En una sola letra estriba nuestra salvación. La brevísima palabra latina “i” significa “ve”, o “anda”. Es el imperativo del verbo “ire”, ir.
El que escuche esa sola letra y siga su dictado irá a su prójimo.
Y de la mano de él llegará a Él..
¡Hasta mañana!...