A los 40 años de su edad John Dee se enamoró.
Había amado el saber -acostumbraba decir que la filosofía era su esposa-, pero cuando vio a aquella muchacha de trenza rubia y ojos garzos supo que no hay amor más pleno que el del hombre y la mujer, porque es el único que puede dar la vida.
John Dee llevó a la joven a vivir con él, y unos meses después hizo algo que a todos sus amigos sorprendió: se casó con ella, y luego regaló sus libros.
Los amigos le preguntaron por qué había hecho eso. Y contestó John Dee:
-Porque ella me ha enseñado más que todos los libros y todas las filosofías.
¡Hasta mañana!...