El rey Cleto hizo llamar a su Primer Ministro y le ordenó que promulgara un edicto por el cual en adelante la Tierra sería redonda.
Se preocupó el alto funcionario, pues también por órdenes del rey había publicado otros edictos en cuyos términos la Tierra había sido sucesivamente cuadrada, trapezoidal, oblonga, cilíndrica y piramidal.
Cumplió, sin embargo, el real mandato, y emitió el edicto. Luego organizó un desfile para que el pueblo agradeciera al soberano la nueva forma del planeta.
De esto que cuento ya hace muchos años. Por voluntad de Cleto la Tierra sigue siendo redonda todavía. No sabemos, sin embargo, cuál será mañana su deseo. Debemos estar preparados: en cualquier momento se le puede ocurrir al rey cambiar de forma al mundo.
¡Hasta mañana!...