De los que no quieren a nadie, ni buscan ser queridos.
De los que por su culpa son causa de preocupación o de infelicidad para quienes tienen cerca, en vez de ser para ellos motivo de alegría, paz y tranquilidad.
De los que piensan que el mundo es una conspiración en contra suya y viven hoscos, cerrados, enfermos de desconfianza y de temor.
De los que todo lo quieren para ellos y nada están dispuestos a dar a los demás.
De los que nunca dicen una palabra amable a nadie.
De los que ya no tienen fe en nada. De los que cerraron la puerta a la esperanza. De los que han olvidado que nuestra única justificación es el amor traducido en obras de bondad.
Mañana es el Día de los Muertos.
De todos aquellos que dije es ese día, pues están más muertos que quienes no tienen vida ya.
¡Hasta mañana!...