En su olvidado catecismo el buen padre Ripalda dice que hay siete pecados capitales.
Soberbia.
Ira.
Lujuria.
Envidia.
Pereza.
Gula.
Y avaricia.
Lo que el buen padre Ripalda no dice en su olvidado catecismo es que al principio había solamente un pecado capital.
La soberbia.
De ese pecado salieron todos los demás.
¡Hasta mañana!...