HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo el Árbol del Bien y del Mal.
Observemos esto: no hizo un Árbol del Bien y un Árbol del Mal; hizo un solo árbol en donde el bien y el mal estaban juntos.
(Nosotros somos hechos a imagen y semejanza de ese árbol. También en nosotros van juntos mal y bien).
El Señor, sin embargo, notó que los hombres no hacían mucho caso de los frutos de bien que tenía el árbol. Todos preferían los frutos de mal.
Las cosas siguen así hasta nuestros días: en el árbol de lo creado hay muchos frutos de bien que nadie toma; y en el mundo hay muchos frutos de mal puestos ahí por los humanos.
Y es que el hombre es libre para escoger entre el mal y el bien. Esa libertad es su gloria mayor. Y es también su más grande problema.
¡Hasta mañana!...