EL INCIDENTE NOS recuerda el triste asunto de René Bejarano aunque no es igual. En aquel sonado caso de las ligas, el video exponía al operador político de Andrés Manuel López Obrador recibiendo un portafolios con miles de dólares, de manos de Carlos Ahumada y embolsándoselos en su saco.
EL NUEVO VIDEO que ahora comentamos, es aquél en que aparecen entre otros personajes, los señores Justino López Pedraza Subcomandante de Operativos de la Policía de Torreón y el mismísimo Alfredo Castellanos Castro, Director de Seguridad. Este video, sin duda grabado por un indiscreto aficionado a las emociones fuertes, muestra a los funcionarios disfrutando encantados y muy divertidos, el rítmico y alegre bamboleo de una bailarina desnuda. Sin duda, todo esto debió haber sucedido en una encerrona de esas que acostumbran reglar reiteradamente a nuestros funcionarios policiacos, los personajes del llamado mundo de los giros negros.
LO SUCEDIDO y publicitado no hará que nos rasguemos las vestiduras ni tampoco nos constituiremos en los pregoneros de la moral privada ni pública. Tampoco elevaremos los brazos al cielo clamando castigo para nuestros jefes policiacos y jamás seríamos capaces de que se vayan directamente y sin escala a los apretados infiernos gobernados por Satanás.
LA VIDA PRIVADA y la conducta privada es materia y asunto propio de cada quien; sin embargo y en razón de que la fiestita de los jefazos policiacos ya trascendió a la opinión publica de Torreón, del estado de Coahuila y hasta nivel nacional, el “Tablegate” dejo ser materia de la vida privada y entra de lleno a los asuntos de la salud pública.
POR LO PRONTO y de entrada, los jefes policiacos perdieron ya la credibilidad y confianza de los ciudadanos que les pagan sus sueldos, toda vez que han demostrado que practican una doble moral, cosa no tolerable a los encargados y responsables del orden, la paz y seguridad de los habitantes de la ciudad.
LOS DIVERTIDOS jefes policiacos amantes de la danza en ballet, la moderna, expresiva, folclórica etc., sin duda estaban siendo agasajados y de manera espléndida, con una fiesta privada para “señores” por parte de personas que de una u otra manera, deben tener negocios, intereses o actividades en el giro de los antros, bares, cantinas, moteles y similares, o lo que es lo mismo y según el argot policiaco, por los dueños de los giros negros y también los giros grises.
LA VENTANEADA que en los medios les han publicitado respecto de la francachela tenida por los jefazos, pone de una u otra manera en tela de juicio su ética y su nivel como funcionarios públicos. Por esta razón el futuro buen desempeño de estos funcionarios quedará siempre bajo una sombra de sospecha e incertidumbre, por lo que ya no podrán seguir desempeñando como servidores públicos del municipio y lo que es más delicado, en esa áreas tan sensible que exigen la más estricta honorabilidad, respeto y credibilidad como lo es la policiaca.
ALGUNAS PERSONAS podrán pensar que al “Tablegate” se le está dando mayor importancia de la que realmente merece. Quizá haya otros que opinen se trata de un verdadero “Compló”, como diría el inmarcesible AMLO cuando el Bejeranazo, o que se trata de una guerra sucia entre las fuerzas políticas del municipio y del estado tendiente a debilitar la administración panista.
LOS MÁS LIBERALES opinan que el asuntito del “Tablegate” no tiene la menor importancia y pelillo a la mar; que lo que hagan los responsables de la seguridad pública fuera de sus horas de servicio y en pleno recreo, es asunto único y de su exclusiva responsabilidad y además, que de sus vidas privadas pueden hacer, si así lo quieren, hasta un reverendo papalote.
PERO SI LAS COSAS son ahora así, lo menos que podrían hacer los jefes policiacos ya ventaneados y exhibidos como amantes de las encerronas videograbadas, sería el de renunciar a sus cargos públicos. Con ello mucho favor le harían a la Administración municipal en que trabajan y por la otra, el ciudadano común y corriente quedaría más satisfecho reconociendo que por lo menos tienen algo de vergüenza.
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