NUEVAMENTE SE QUIERE PONER en el tapete de las discusiones la legitimidad de la regularización de la colonia de precaristas llamada Zaragoza Sur.
NO HAN FALTADO las voces que vienen cuestionando si los procedimientos del gobernador Humberto Moreira Valdés, para resolver los problemas de invasión de tierras, son o no los correctos y adecuados.
LOS MÁS CONSERVADORES se han manifestado en el sentido de que la donación de lotes de terrenos a precaristas, es la mejor manera de seguir fomentando la invasión de la propiedad privada. El diputado local por el PAN, el señor Luis Alberto Mendoza Balderas, declaró: “Es muy fácil hacerle al filántropo con dinero ajeno, y en esas condiciones cualquiera puede serlo”. Lo anterior lo gritó en la tribuna del Congreso Local con motivo de las acciones de regularización que ha emprendido el Gobierno de Coahuila.
EL TEMA QUE nos ocupa es sin duda controvertido y tiene muchas aristas y puntos de vista, todo depende del lugar que cada quién ocupe en la sociedad en que se desempeña. Este tipo de acciones han sido calificadas las más de las veces como meros actos “populistas” que tienden únicamente a coptar la voluntad de los electores. A estas acciones se les ha llamado también, como una forma de crear clientelismo político.
LA POLÍTICA es la ciencia de lo posible, no de lo deseable. La realidad del exterior es una Ley más fuerte que la misma Ley de la gravedad. Las normas son emitidas por los órganos legislativos para regular la conducta de los hombres y no para cambiar la realidad del mundo exterior mediante actos meramente voluntaristas.
LAS INVASIONES y su irregularidad están ahí, a la vista de todos. Reflejan un problema ancestral con profundo contenido social y que por otro lado, atentan al Estado de Derecho, cuando los grupos de paracaidistas tratan de hacerse justicia por su propia mano bajo un elemental silogismo: “No tengo un terreno en dónde construir una choza; el sistema económico no me dará jamás la oportunidad de poder comprarlo; existen muchos terrenos relegados que esperan el paso del tiempo para que su valor se incremente, vía la plusvalía”. Entonces lo más conveniente y su única esperanza, es sumarse al pillo que los organiza y que los extorsiona por varios años cobrándoles cuotas de seguridad, por la posesión, por las gestiones de introducción del agua, del drenaje de la energía eléctrica, etc.
POR LA OTRA PARTE, el propietario del predio invadido y a quien no le pagan el valor de su inmueble, se encuentra impotente para que se le haga justicia, pues no obstante que obtenga una cadena de sentencias favorables a su causa, o logre el libramiento de cien órdenes de aprehensión en contra de líderes y precaristas, estas resoluciones judiciales jamás se pueden llegar a cumplir ni ejecutar en sus términos.
¿QUÉ QUEDA ENTONCES por hacer ante estas situaciones de hecho?; Pues lo que hizo el gobernador Humberto Moreira, pagarle a los propietarios del predio su precio y proceder a regularizar y dotar de servicios municipales el terreno invadido.
PERO SE HA DADO el caso, de que algunos diputados panistas al Congreso Local de Coahuila se han enojado por el hecho de que el Gobierno de Coahuila les regalará a cada familia precarista un lote para construir un hogar.
UNO SE PREGUNTARÍA: ¿Y cuando el Gobierno Federal perdonó sus deudas a los banqueros y mercachifles asociados sus deudas incobrables?; ¿Y cuando las deudas privadas de los grandes empresarios, banqueros y tiburones de la industria se hicieron deuda pública mediante la magia del inolvidable Fobaproa que vino a representar un perdón de cientos de millones de millones de pesos, entonces los panistas no protestaron. Esta vez no se trataba de filantropía y todo estuvo muy bien.
PERO AHORA que el Gobierno piensa regalarles un lote a los precaristas, es cuando se rasgan las vestiduras y gritan al cielo que se trata de mero populismo. Algunos hasta andan investigando de dónde vienen esos misteriosos millones de pesos con que se pagará a los dueños las tierras invadidas: No le hagan al tonto, vienen de los impuestos que pagamos todos en Coahuila.
SE PODRÍA LLEGAR A DECIR que se está haciendo justicia distributiva.
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