EN POCAS ETAPAS DE SU HISTORIA México se había visto inmerso en un mar de tanto desconcierto y confusión como la que vive en estos tiempos. Durante estos 200 años de vida independiente, nuestro país padeció el más increíble catálogo de desgracias y problemas que nos pudiéramos imaginar. Desde la invasión de nuestro territorio por potencias extranjeras, hasta la pérdida de más de la mitad de su territorio por parte de nuestros vecinos del Norte, que tranquilamente se engulleron la Alta California, Arizona, Nuevo México y la parte del Estado de Coahuila conocido en aquellos años como Coahuila y Texas.
DURANTE TODO el Siglo XIX, México fue rehén de las ambiciones de políticos representantes de todas las facciones, de los diversos grupos del poder económico y muy especialmente, la alta jerarquía del clero católico apostólico y romano en donde todos juntos y a la limón, hundieron al país y a los mexicanos en la situación de miseria, abandono y postración que a la fecha no se ha podido revertir.
ESTAMOS YA en pleno Siglo XXI y los mexicanos de 2008, nos encontramos aún más confundidos que los nacionales que vivieron en aquel turbulento siglo XIX. Hoy como nunca está en juego el destino y el futuro de México. Enredados todos en una confusa interpretación de lo que es la democracia, los políticos, que por cierto no representan ya a sus electores sino a su partido, se han enfrascado en una lucha fratricida sin importarles en lo más mínimo los intereses del país.
UNA SERIE DE CONDUCTAS irracionales se ha ido posicionando en los medios, los que a su vez de manera irracional, se vienen convirtiendo en la caja de resonancia de cualquier disparate o tontería que digan nuestros políticos. Al respecto me permitiré poner un ejemplo: cuando la prensa, radio o televisión se refiere al “Presidente Legítimo” de una manera seria y sin tomarlo a chunga o chistorete, como la prensa lo hacía cuando en sus tiempos se refería a Zúñiga y Miranda el eterno contrincante de Porfirio Díaz a la Presidencia de la Republica, algo anda muy mal.
CUANDO LOS MEDIOS por conducto de sus opinadores cuestionan y discuten acaloradamente el contenido de una reforma energética que ni siquiera ha sido publicada ni dada a conocer, algo anda muy mal, pues con ello únicamente se logra la confusión y desorientación de los mexicanos respecto de un problema vital y de urgente resolución. Cuando los medios divulgan y a sabiendas de que se trata de un mero posicionamiento político de AMLO, al afirmar que el Gobierno de Calderón quiere privatizar a Pemex, esto no ayuda en nada a México. Solamente en la cabeza de un demagogo irresponsable cabría la idea entupida de que el Gobierno mexicano tuviera la intención de deshacerse de la empresa que le provee ¡el 45% de todos sus ingresos presupuestales! ¿Cómo es de imaginarse que un gobierno quisiera suicidarse financieramente vendiendo la empresa que más dinero le produce para completar cada año su presupuesto? Solamente los políticos de mala fe y mal intencionados, pueden atreverse a pregonar este tipo de tonterías y en esto los medios inconscientemente se convierten en cómplices de las mentiras.
¿QUE HABRÁ QUE reformarse el jurídico de Pemex?, sin duda; pero de eso, a que el Gobierno llegue a deshacerse de su joya financiera, hay una gran diferencia.
ESTOS ÚLTIMOS SEIS AÑOS los mexicanos nos hemos venido enfrascando en una serie de reyertas que no nos ha llevado a nada. Por el contrario, cada día una gran parte de la población se ha ido empobreciendo más, mientras que un grupo privilegiado se ha enriquecido de manera insultante. En estos desencuentros los partidos políticos, vía las cámaras legislativas, han secuestrado al país y a sus instituciones. Cualquier hoja que se mueva del gran árbol de la patria, primeramente será en beneficio de los partidos políticos y de sus dirigentes.
TIEMPOS DIFÍCILES para nuestro México y si a toda esta problemática le sumamos la guerra en la que se encuentra enfrascado el Gobierno en contra del crimen organizado, pues las cosas en verdad no se ven nada fáciles.
Comentarios
gaasoc@hotmail.com