DICEN LOS ANTIGUOS que cuando Dios quiere perder a los hombres los ciega con el veneno de la soberbia. También los antiguos afirmaban que el pez por su boca muere. Los dos pensamientos encajan perfectamente en la actitud que durante tantos meses asumió el despedido entrenador de la Selección Nacional del Futbol, Hugo Sánchez.
EL MEJOR JUGADOR kilo por kilo que haya dado México en el deporte de las patadas, fue sin embargo uno de los peores entrenadores que ha sufrido la afición futbolera, cayó de su pedestal. Más que las derrotas y desilusiones que prodigó a millones de mexicanos con su desempeño, fue entre otras cosas, su soberbia y lo largo de su lengua.
LUEGO DE LA ELIMINACIÓN del equipo nacional para ocurrir a la Olimpiada, al no pasar siquiera la primera ronda del Preolímpico de la Concacaf con una de las mejores selecciones Sub-23 en la historia del futbol mexicano, se recrudecieron las críticas a Sánchez, lo que puso a los ojos de todo México su poca capacidad como técnico.
FUERON LOS SEÑORES del futbol en México quienes reunidos en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana en Coapa, los que de manera rápida y mediante un estilizado acto de cirugía, le cortaron y con toda razón, su cabeza al hablantín y fracasado entrenador.
REPITIENDO EL VIEJO proverbio árabe de que: “Siéntate en el pórtico de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”, el que en estos días estará de fiesta permanente es Enrique Lavolpe anterior Director Técnico de la Selección Nacional, quien durante más de un año sufrió el acoso, las intrigas, las ironías y un sinfín de descalificaciones por parte de Hugo Sánchez, que no se cansaba en repetir que Lavolpe era el más grande fracaso y el peor entrenador que habíamos tenido.
EN EL CASO QUE NOS OCUPA, los señores y amos del gigantesco negocio del futbol, tomaron su decisión mirando más por el propio bien de sus bolsillos que por la Selección. A los estados contables y financieros de Televisa y de Televisión Azteca, los fracasos de Hugo Sánchez les pegaron en la mismísima caja de los ingresos, cosa que es más dolorosa que una patada en pleno estómago.
EL QUE NO HAYA podido calificar México para la Olimpiada de China, dejó comprometidos cientos de millones de dólares en publicidad, que previamente ya se habían contratado y que finalmente no pasarán por las pantallas de los televisores. Y es que la competencia olímpica en la rama del futbol, era uno de los más importantes ganchos para vender publicidad por parte de las dos televisoras.
AHORA LOS MEXICANOS SIN EL ESPECTÁCULO futbolero, la Olimpiada de Beijing 2008, su interés quedará limitado a unas cinco disciplinas deportivas en las cuales los mexicanos pudieran llegar a tener algún interés. De esta manera Don Hugo Sánchez gracias a su incapacidad, ha causado más daño al negocio del duopolio televisivo que éste se haya imaginado.
POR LO PRONTO LOS señores de los canales de TV, apuestan al mundial de futbol en Sudáfrica para vender espacios publicitarios pero también velan armas en espera de las campañas políticas federales de 2009 y de los jugosísimos ingresos que al efecto les dispensará el IFE; pero sin duda el daño ya está hecho. Las cuentas por publicidad se derrumban y los ingresos de Emilio Azcárraga Jean y de Salinas Pliego se esfumaron como nubes al viento, de ahí la presencia de estos personajes en Coapa el día de ayer.
REPITIENDO LO QUE en esta columna se ha venido diciendo: donde hay un grito, es que existe un billete atorado. En el caso, el grito fue de los dueños de las televisoras y el billete atorado la publicidad perdida.
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