PARECE QUE LAS COSAS no tendrán fin. El país sigue inmerso en una triste secuela de sucesos que más parecerían sacados de una comedia de equivocaciones que de un estudio de la razón y la lógica. No conforme nuestro inefable “presidente Legítimo” con la serie de trágicos desfiguros que hizo la semana pasada en los medios, muy especialmente en el programa noticioso de Loret de Mola, su ánimo no flaquea su mente descansa.
ENTERCADO EN SU PROGRAMA de boicotear cualquier acto del Poder Legislativo del país, sea éste el que fuere, muy especialmente si se trata de buscar una solución al entrampado asunto de Pemex o el de una reforma energética, el inquieto tabasqueño que no tiene la paz del alma, ahora se arma con sus nuevas defensoras.
EN MEDIO DE PITOS Y FANFARRIAS anunció el domingo pasado bajo la arcada del Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, que ya están listas y preparadas las brigadas de “Adelitas” que tendrán como objetivo formar un férreo cerco entorno del Palacio Legislativo, para evitar que los señores diputados puedan entrar al recinto y ponerse hacer su trabajo, por el cual les está pagando el pueblo mexicano.
EL NUEVO AGRUPAMIENTO de “Adelitas” organizado por AMLO está encabezado por Claudia Syheinbaum, la inolvidable esposa de Carlos Imaz, aquel delegado en Tlalpan que fue corrido, consignado y procesado por haberse enriquecido vía alta corrupción en la delegación que tuvo a su cargo.
COMO SE PODRÁ VER, el asunto de las “Adelitas” empieza muy bien. La segunda “Adelita” en jerarquía es Martha Pérez Bejarano, parienta muy cercana de aquel famosísimo René Bejarano que se hizo inmortal ante las cámaras de televisión, embolsándose cientos de miles de dólares con todo y las ligas y sin hacer un solo gesto.
SEGÚN LO HA DICHO EL PROPIO AMLO, las “Adelitas” son un grupo integrado por diez mil mujeres brigadistas, dispuestas a impedir la privatización del petróleo; ello no obsta, de que ninguna de las diez mil mujeres sepa a ciencia cierta en qué consistiría la privatización del petróleo; pues se da la circunstancia de que solamente en este país tan aporreado llamado México, las personas discuten acaloradas y polarizadas sobre algo que aún no existe, como lo sería una ponencia, proyecto o programa escrito que hable sobre Pemex o el petróleo.
SIN EMBARGO, DEJEMOS por ahora ese aspecto del asunto y entremos de fondo al que no ocupa. Conociendo lo ladino y taimado que es nuestro “presidente Legítimo”, pocos serán los que no caigan en la realidad de cuál ha sido el motivo para la creación de este grupo de valientes y decididas mujeres “pejefilias”. Y es que en el trasfondo de la retorcida mente de AMLO subyace la intención de que estas damas, sean las que tengan que enfrentar, en su momento, a las policías encargadas de mantener el orden y evitar el desorden a los alrededores del Palacio de San Lázaro.
Y NOS PREGUNTARÍAMOS: ¿Qué ventaja sacaría de todo esto el “presidente Legítimo” echando por delante y frente a los escuadrones de granaderos a las señoras? Lograría a su favor varias cosas, entre otras, que si hay heridos las lesionadas serían las débiles mujeres ahora víctimas del atropello y la barbarie policiaca.
NO SABEMOS EN LA VIDA pública de este país, que existan antecedentes de que un político se haya escondido bajo las enaguas de las mujeres para lograr sus fines personales. ¿Se pueden ustedes imaginar a Pancho Villa mandando a las “Adelitas” de sus Dorados por delante y en contra de las tropas federales durante la toma de Torreón?
PUES EL PEJE ya las mandó, y los golpes de las macanas policiacas sobre los cuerpos de sus mujeres, los podrá ver cómodamente sentado frente a su televisor.
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