LA SECRETARÍA DE DESARROLLO Social del Gobierno Federal cometió una tontería en perjuicio y daño de niños y adolescentes que cursan la primaria y secundaria en la Ciudad de Saltillo.
EL GOBIERNO FEDERAL PANISTA resolvió privar a más de cinco mil niños que viven en la peronera capital, de poder disfrutar de una serie de becas y estímulos para que continúen sus estudios.
SIN DECIR AGUA VA, sin justificar ni fundamentar en razón alguna, la Secretaría de Desarrollo Social ordenó que el Ayuntamiento de Saltillo no podrá disponer en el futuro, de una partida de 49 millones de pesos que ya tenía asignada y etiquetada para otorgar cinco mil becas a estudiantes de escasos recursos.
EL ASUNTO NO TENDRÍA la mayor importancia si no fuese por el tinte político que subyace bajo tan descabellada decisión por parte de la Secretaría en cuestión. Se trata del manejo político y partidista de recursos federales que son producto de los impuestos que pagamos todos los mexicanos y de las diversas preferencias políticas.
AHORA RESULTA que el Gobierno panista a su muy libre criterio y albedrío, decide a quiénes sí se les puede dar una beca y a quiénes no. En el caso que nos ocupa, toda vez que el Gobierno de Coahuila es un Gobierno priista, no es conveniente propiciarle que pueda otorgar becas, pues de una u otra manera esto mejoraría su imagen ante la ciudadanía.
EL MANEJO POLÍTICO de los fondos públicos es una de las peores formas de corrupción que pueda existir. Es aplicando una política netamente partidista para la prestación de servicios y beneficios a las clases más desposeídas por parte de un Gobierno, como se llega a dañar y perjudicar a ciudadanos que no tienen culpa alguna respecto del partido gobernante en un momento dado.
NO SE PUEDEN MANEJAR las políticas sociales utilizando principios tan elementales como: si tú eres de mi partido te doy, si no lo eres no te doy. Ya no es posible que los gobernantes sigan tratando a los gobernados como si fueran menores de edad. No es jurídico ni democrático que los fondos públicos federales que son de todos los mexicanos, se manejen y canalicen según los muy particulares criterios partidistas, como lo viene haciendo el Partido Acción Nacional, el actual detentador del Poder Ejecutivo Federal y administrador de los recursos y fondos federales.
SE APROXIMA el inicio del proceso electoral en Coahuila para la renovación del Congreso local y el año que viene el de los ayuntamientos. El Partido Acción Nacional ya inició su campaña. El mensaje que manda a los coahuilenses el panismo es directo, claro e incontrovertible. Hay que bajarle el tono al Gobierno priista de Humberto Moreira, por lo pronto retiraremos los subsidios para becas y estímulos a los estudiantes de primaria y secundaria en Saltillo. Habrá que esperar otras novedades en las distintas ramas de la Administración pública y en perjuicio de los ayuntamientos no panistas de Coahuila.
SE TRATA DE UNA corrupción mucho más sofisticada. Se trata de un uso de los fondos públicos para promoción personal o de un partido en especial. Se trata de actos previstos como ilícitos en las diversas leyes de la Administración publica; no obstante ello, nada detiene a los panistas que para acabarla de amolar, no habiendo llenado con tantos y diversos líos en que los ha metido “El Presidente Legítimo de México” y sus desorbitadas tribus, aún se dan su tiempo para tirarle patadas por debajo de la mesa a Coahuila y a sus estudiantes de escasos recursos.
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