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Mirando a fondo

Víctor González Avelar

PEMEX II

PRIMERA CONCLUSIÓN a que llega Rogelio Montemayor: La persistencia de la pobreza y la desigualdad constituyen un verdadero y grave riesgo para mantener la estabilidad social, lograr la estabilidad económica y para la sustentación de la vida democrática en México; de ahí que la superación de la pobreza deberá ser el objetivo central y prioritario de la acción pública.

HABLAR DEL COMBATE a la pobreza es muy fácil, pero avanzar en esa línea no lo ha sido para los diferentes regímenes presidenciales y por varias razones. La central ha sido la falta de crecimiento económico. No se puede negar que ha habido avances en las políticas publicas con diversos programas sociales que han venido a mejorado las posibilidades de cobertura de agua potable, drenaje, energía eléctrica, de la educación primaria, pero esa mejoría no se ha visto reflejada en los ingresos de las familias, que es en donde realmente se manifiesta la reducción de la pobreza. Esto es cuando las familias tienen más dinero para gastar.

PARA PODER ERRADICAR la pobreza extrema en un plazo razonable es necesario primeramente crecer. México con más de 105 millones de habitantes, necesita crear cada año un promedio de 1.5 millones de empleos. Para crearlos, México debería crecer por lo menos al 7% anual, cosa que desde hace 25 años, no ha podido hacerlo. Durante los regímenes de Miguel Alemán, Ruiz Cortines, Díaz Ordaz y Echeverría el país pudo crecer a tasas del 5% al 7% anual; pero esta tendencia cayó desde Carlos Salinas al 3.91%, Ernesto Zedillo 3.51 y con Vicente Fox se derrumbó al 2.29%. y en esa línea sin crecimiento está el país hasta el día de hoy.

ES PUES LA ENERGÍA y su infraestructura la única palanca viable y posible con que México cuenta para impulsar el crecimiento económico que demanda la creación de empleos bien pagados en el país. De ahí que sea la reforma energética necesaria y urgente. ¿Cuáles serían los objetivos de esa reforma energética? Primeramente sostener la premisa de que los hidrocarburos son propiedad de la nación, de donde el petróleo deberá generar una renta real lo que se define como la diferencia entre el precio al que se vende el crudo y el costo de extracción siempre y cuando todo se haga de manera eficiente, esa renta resultaría enorme para el país.

PEMEX LOGRÓ EN 2004 utilidades por operación, antes de impuestos, por $45 mil millones de dólares y en 2006 utilidades por operación de $57 mil millones de dólares, segundo lugar mundial únicamente debajo de Exxon-Mobil. Esto quiere decir que la Renta petrolera representa el 8% del PIB cada año. De ahí que maximizar la renta petrolera sería la mejor manera de contribuir al desarrollo nacional.

PARA PODER MAXIMIZAR la renta petrolera, se deberán primeramente resolver los problemas que no le permiten a PEMEX operar de manera realmente eficiente. Con una tercera parte de la renta petrolera, que representa un 3% del PIB, se podría fácilmente financiar un programa de inversión a 30 años que considere la transición energética hacia combustibles no fósiles, el problema del calentamiento global y los rezagos en infraestructura insuficiente.

POR LO QUE RESPECTA a la iniciativa del presidente Felipe Calderón que envió a la Cámara de Diputados, ésta parece insuficiente por varias razones, pero ello será materia y comentario de la próxima colaboración.

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