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Mirando a fondo

Víctor González Avelar

PARECE QUE LAS AGUAS van tomando su nivel en el PRD después de tanto brinco y desatino que hizo durante sus elecciones para renovar a su directiva nacional. Ha sido la presencia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano la que de una u otra manera pudo encarrilar al descarrilado partido que por cierto, no ha podido digerir aún la derrota que le impuso Calderón en 2006.

POR LO PRONTO, Cuauhtémoc Cárdenas logró reunir al presidente sustituto del PRD Acosta Naranjo, al mismísimo Marcelo Ebrard, a la plana mayor de la corriente Nueva Izquierda y casi a todos los gobernadores perredistas, en torno de la idea de hacer un movimiento en defensa del petróleo y una consulta popular sobre la reforma presentada por el presidente Calderón en el Congreso.

LA LECTURA que se deriva de estos hechos sucedidos en la Ciudad de México a principios de la semana, sería lo siguiente: 1.- El partido del Sol Azteca deja de lado a López Obrador en este asunto de la reforma energética y el PRD retoma el tema. 2.- La militancia de los gobernadores y su clase política se alinean con Marcelo Ebrard Casaubón, ahora sí el benjamín para las elecciones presidenciales de 2012. 3.- Al marginarse a López Obrador de las acciones políticas del PRD, se le deja materialmente solo y sin recursos económicos para andar danzando por todo el país bailando con sus Adelitas.

POR OTRA PARTE, los perredistas institucionales aprobaron realizar la consulta popular que quería hacer AMLO y se unieron a la propuesta de Marcelo Ebrard vía Cuauhtémoc Cárdenas.

PERO PARA DESGRACIA de los perredistas la consulta popular no está contemplada en la Constitución, no tendría ninguna validez y no es vinculadora a los actos de Gobierno. La organización política de este país se basa en un sistema democrático, representativo y federal con tres poderes, uno de ellos el Legislativo que se supone estamos todos representados. Con esa nueva incongruencia de los amarillos, tratan de minimizar o hacer a un lado el Congreso, que en última instancia será el que apruebe o no la reforma petrolera y la energética.

TRATAR DE ORGANIZAR UNA CONSULTA nacional respecto de la reforma a Pemex sería un desatino, costaría mucho dinero, no serviría para nada y por muchas razones. Lo que en esta materia hace el PRD es quitarle por una parte su bandera a AMLO, lo que no está del todo mal, y por la otra, enarbolar la suya propia para mantenerse en los medios y reactivar el alicaído perfil electoral del PRD para 2009, cuando se renovará la Cámara de Diputados.

EN LA CONSULTA que quiere realizar el PRD subyace la intención de llegar a descalificar, en su momento, cualquier resolución que tome el Congreso sobre la reforma energética, y por otra parte, movilizar sus cuadros electorales ahora tan alicaídos desde el punto de vista electoral.

HACER UNA CONSULTA pública o ciudadana sobre un tema que reviste alto carácter técnico y financiero, sería una burla. Las consultas o refrendos en los países europeos se limitan a una pregunta sobre un asunto muy concreto como: ¿Entramos SÍ o NO a la Comunidad Europea?

AHORA BIEN, poner a consulta si está usted o no de acuerdo con la privatización de Pemex, pues es claro que el 90% de los mexicanos estamos en contra de la privatización de Pemex. El punto es si los millones de consultados no saben cuáles son los puntos privatizadores del proyecto presidencial o de las otras propuestas de los partidos. Así las cosas, ¿cómo es posible que el ciudadano común y corriente pueda decidir de manera informada, fundada y razonada?

VALGA PARA ILUSTRAR el caso: que cuando la construcción de la bomba atómica en 1944 en Álamo Gordo, Nuevo México, a su director del proyecto se le hubiese ocurrido poner a consulta pública si la fusión nuclear de la bomba que estaban fabricando, debería provocarse con uranio pesado o simplemente con uranio enriquecido. Si del petróleo sabemos todos en conjunto como sociedad menos que de la fusión nuclear, ¿cómo puede llegarse a opinar correctamente en punto tan delicado?

LA REALIDAD es que la consulta que plantea el PRD no tiene otro objetivo, que montarse una temporadita en los medios.

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